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Desde un parto a bordo hasta superventas en Finlandia: desgranamos al SEAT 600 en 58 claves

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SEAT 600 Frontal Tres Cuartos Movimiento

España avanzó hacia un futuro dejando atrás los tiempos de guerra a bordo de un SEAT 600. El pequeño coche que llegó para popularizar el automóvil entre los distintos estamentos sociales marcó una época en nuestro país y este año ha cumplido 60 años.

Por ello, hemos hecho un repaso de algunos de los hitos más interesantes y curiosos de la historia del SEAT 600, los hemos agrupado y hemos conseguido juntar 58 datos sobre el SEAT 600 que tal vez no sabías.

SEAT 600 fabricación

1. 27 de junio de 1957

Esa es la fecha en que salió el primer SEAT 600 de la línea de producción en Barcelona.

2. Matrícula B-141.141

El primer 600 matriculado, cuyo chasis era el nº 100.106-400071, lucía la placa de matrícula B-141.141.

3. Mismo diseñador que el Fiat 600

Fue diseñado por Dante Giacosa, que era el mismo diseñador del Fiat 500, 600, 850, 127, 128 y 125. ¿Casualidad? No exactamente.

SEAT 600 Revision Final 1957

4. Tiempos de espera en otros tiempos

Cuando se puso a la venta en 1957, el tiempo de espera medio desde la reserva hasta la entrega era de 2 meses.

5. 100.000 pedidos del SEAT 600

En marzo de 1957 la cartera de pedidos superó a los 100.000 y hubo que cerrar la admisión.

SEAT 600

6. Dos años esperando un 600

La demanda creció tanto que en 1960 el tiempo de espera medio desde la reserva hasta la entrega aumentó hasta los 2 años.

SEAT 600 Cabrio

7. Licencia FIAT

Se trataba de un coche fabricado con licencia FIAT sobre el FIAT 600 que se comenzó a fabricar en Italia en 1955. SEAT también fabricaba en este régimen el 1.400.

SEAT 600 E

8. Cambios respecto a FIAT

Los cambios respecto al FIAT correspondían a una mayor relación de compresión, leves cambios en la distribución, ventanillas descendentes en vez de correderas y detalles técnicos y estéticos.

9. Carrocería y mecánica, dos pesos ligeros

El prototipo original pesaba 450 kg, de los cuales 200 correspondían a la mecánica y 250 a la carrocería.

Seat 600 Cadena Montaje

10. Todo atrás

Giacosa eligió la configuración todo atrás, popularizada por el Volkswagen Escarabajo y el Renault 4CV porque era más económica.

Vano Motor SEAT 600 E

11. Pudo ser bicilindrico, como el Fiat 500 actual

Se estudió la posibilidad de montar un motor bicilíndrico opuesto refrigerado por aire, pero finalmente se descartó.

12. La mecánica definitiva

Finalmente se optó por el motor de cuatro cilindros en línea con refrigeración líquida.

Seat 600 Cadena De Montaje

13. Motor detrás del eje trasero, como el Porsche 911

El motor estaba dispuesto longitudinalmente detrás del eje trasero.

Interior SEAT 600 D

14. Cuatro marchas eran suficientes

Contaba con una caja de marchas de cuatro marchas.

15. Menos cilindrada que una botella de Coca-Cola

La cilindrada inicial era de 570 cc.

SEAT 600 D Cadena De Montaje

16. Dieciocho caballos

La potencia era de 18 caballos.

17. No le pillaban los radares ni queriendo

Alcanzaba 88 km/h de velocidad máxima.

18. Sin espacio para el radiador

Por la falta de espacio el radiador iba situado al lado del bloque, estaba enfriado por una bomba de agua que se acoplaba al motor a través de un brazo en el centro del cual giraba el ventilador, el cual estaba orientado a contramarcha.

Cuadro SEAT 600 D 1963

19. Aire caliente para la gente

El sistema de calefacción era simple: el aire caliente que emitía el motor se dirigía hacia el túnel central de la carrocería y así se conseguía darle temperatura.

20. Llegó la versión SEAT 600 N

Al 600 original posteriormente se le denominó 600 N para distinguirlo de las siguientes versiones lanzadas al mercado.

21. En antiguas pesetas

El precio del modelo original era de 65.000 pesetas.

Faro Frontal Seat 600

22. Cabrio

A partir de julio de 1958 también se ofrece una versión con techo enrollable de lona, el SEAT 600 Descapotable, que costaba 5.000 pesetas más que el normal.

Presentacion Bruselas 600 E

23. El monovolumen que nunca existió

En la Feria de Muestras de Barcelona de 1959, SEAT exhibe un monovolumen de 4 puertas, 6 plazas y 710 kg de peso, derivado de la berlina normal, al que denomina 600 Múltiple. Sí, es el FIAT 600 Multipla 'a la española", pero nunca llegó a fabricarse en serie.

24. El 'Furgo 600'

En febrero de 1961 aparece el SEAT 600 Comercial, sin asiento posterior ni ventanillas traseras y acabado muy básico.

SEAT 600 D

25. No era un lujo tener un SEAT 600

El SEAT 600 Comercial estaba exento del impuesto del lujo.

26. Mejoras mecánicas

En 1961 el SEAT 600 mejora gracias a un carburador más grande, dinamo y batería de mayor potencia, ventilador de aluminio, cambios que le permiten ganar cuatro caballos de potencia hata alcanzar los 21 CV DIN.

Seat 600 L Especial Coleccion Coches

27. 100 km/h

Los cambios introducidos en 1961 le permiten aumentar su velocidad máxima hasta sobrepasar la barrera de los 100 km/h.

Logo Frontal Seat 600

28. Vuelta a España en SEAT 600

Entre el 28 de abril y el 1 de mayo de 1963 dos jóvenes almerienses realizaron la vuelta a España en 92 horas y 14 minutos al volante de su SEAT 600 Comercial, cubriendo un total de 4.460 kilómetros.

29. D, sin más

En julio de 1963 SEAT lanza el 600 D.

30. Hasta 1970

El 600 D se produce sin muchos cambios hasta 1970, lo cuál le convierte en el 600 más popular de todos.

Logo Trasero Seat 600 D

31. 25 caballos

La cilindrada del 600 D aumenta hasta los 767 cc y la potencia sube a 25 CV DIN a 4.800 rpm.

Seat 600 L Especial Frontal Coleccion Coches

32. Más de media tonelada

Con la llegada del 600 D el peso aumentó hasta los 605 kilos.

33. 110 km/h

En el 600 D la velocidad punta aumenta, ahora alcanza 110 km/h de velocidad máxima.

Trasera Tres Cuartos Estatica Seat 600 D

34. ¡Con llave!

El tirador de arranque deja paso a una novedosa llave convencional ubicada en el centro del salpicadero.

Seat 600 L Especial Lateral Coleccion Coches

35. Disposición de las luces

Con el 600 D, los pilotos delanteros de posición e intermitencia dejan de estar encima de las aletas para ubicarse bajo los faros.

36. Dar a luz en un SEAT 600 era posible

En 1965 la madrileña Dolores Laguna dio a luz a su hija en el asiento trasero del 600 que la conducía al hospital.

Frontal Tres Cuartos Movimiento Seat 600 D

37. Cambios en el SEAT 600 D

El SEAT 600 D se fabricó durante 7 años y durante ese periodo hicieron cambios en asientos, llantas, parachoques, incorporaron las viseras de los faros, etc.

38. 600 E

En 1970 llega la tercera versión del SEAT 600, el 600 E.

SEAT 600

39. Acaba en Italia, sigue en España

El lanzamiento del 600 E coincide con el fin de la producción del FIAT 600 en Italia.

Puerta SEAT 600 D

40. Adiós a las puertas suicidas

El 600 E cambia uno de los aspectos más llamativos del 600 original: se abandonan las puertas de apertura inversa por unas de apertura convencional.

41. Especial

En 1971 llega el SEAT 600 L Especial.

42. Ya le puede pillar el radar

Con el SEAT 600 L Especial la potencia sube a 28 CV a 5.500 rpm, y la velocidad máxima a 120 km/h.

Barrido Lateral Seat 600 1

43. Más cambios mecánicos

En el 600 L Especial la cilindrada se mantiene en 767 cc pero mejora la relación de compresión hasta a 8,5:1, la distribución con el árbol de levas del 850 Especial y la carburación y los colectores de escape también mejoran.

44. Luneta trasera térmica

Esta última versión puede llevar extras como alternador, luneta trasera térmica o moqueta en el piso.

45. El más barato, el más popular

El 600 L Especial costaba 3.800 pesetas más que el E, pero seguía siendo el coche más barato del mercado español.

Frontal Seat 600

46. Setenta y siete mil pesetas

El precio del 600 L Especial era de 77.291 pesetas.

47. Los apodos del SEAT 600

Además de sobrenombres como Seílla y Pelotilla, el 600 también fue llamado popularmente como el Ombligo, siguiendo el chiste fácil de que “todos lo tenían”.

48. Cruzar África en un SEAT 600

En 1972 seis estudiantes madrileños cruzaron Africa de norte a sur con sus tres 600, sin apenas cambios ni grandes modificaciones, totalizando 30.000 km por desiertos, selvas y barrizales durante cuatro meses.

Piloto Trasero Seat 600

49. Superventas en Finlandia

En Finlandia el SEAT 600 fue el coche más vendido entre los años 1970 y 1973 por delante del Volkswagen Escarabajo.

50. Victorias en circuitos con una mujer al volante

En 1973 Simoneta Garith, alias Yolanda, se convirtió en la primera mujer que ganaba una carrera en el circuito del Jarama batiendo con su 600 Abarth -pasado a 750 cc- al resto de pilotos, todos masculinos.

51. Se acabó el SEAT 600

El 3 de agosto de 1973 termina la producción del SEAT 600.

Llanta Seat 600

52. “Naciste príncipe, mueres rey”

La última unidad, de color blanco, fue acompañada por los trabajadores de la fábrica por una pancarta que decía “Naciste príncipe, mueres rey”.

53. Hilitos

Aunque la fabricación terminó en 1973, durante el año siguiente todavía se matricularon 14 unidades que debían estar en stock en los concesionarios.

54. Casi 800.000 unidades

794.406, ese es el número de SEAT 600 producidos a lo largo de la historia.

Cuadro Velocimetro Seat 600

55. Algunos más desmontados en kit

Tras el cese de la producción, SEAT todavía exportó 171.500 ejemplares en formato CKD (Completely Knocked Down), es decir, totalmente desmontados para su ensamblaje en el país de destino.

56. Exportaciones

SEAT exportó cerca de 80.000 unidades del 600, casi un 10 por ciento de la producción total. Los coches enviados a los mercados exteriores con el escudo FIAT lucían la leyenda construzione SEAT.

57. Los 'otros' SEAT 600

También construyeron el 600 bajo licencia Neckar en la antigua RDA, Zastava en la extinta Yugoslavia, Steyr-Puch en Austria, Tofas en Turquía y FIAT-Concord en Argentina, donde se le conocía por Fitito.

Versiones Seat 600 2

58. ¿Y si hacemos quinientos SEAT 600 más? ¿Y si pasamos?

A finales de los años setenta SEAT contempló la posibilidad de fabricar medio millar de unidades de 600 más o menos actualizados técnicamente para el público nostálgico, proyecto que no llegaría a materializarse.

[[gallery: seat-600-50-aniversario]]

En Motorpasión | Este bonito vídeo nos cuenta qué significó el SEAT 600 para muchos españoles


Probamos el SEAT 600: llevábamos 60 años esperando este momento

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Seat 600 Prueba

Hemos estado en el Circuito del Jarama probando un coche muy especial y carismático. Se trata de un 'todo atrás', un tracción trasera con el motor descolgado por detrás del eje trasero que pesa unos ridículos 600 kilos en total.

Efectivamente, estamos hablando del coche que motorizó a España desde que comenzó a fabricarse en 1957. Sí, es el SEAT 600 y esta es la prueba que llevábamos 60 años deseando hacer.

Aprovechando que este año el 'Pelotilla', que es uno de los múltiples motes que ha recibido a lo largo de sus 60 años de vida, hemos tenido ocasión de conducirlo y ponerlo a prueba en diferentes situaciones que, además de suponer para mí la primera vez al volante de un 600, nos han permitido interiorizar cómo ha evolucionado el sector del automóvil en los últimos 60 años.

Un slalom de otra época

Seat 600 slalom

Este año SEAT celebraba el 60 Aniversario del 600, y para la ocasión, SEAT España quiso que tuviésemos la oportunidad única de conducir alguna de las unidades que conservan en su departamento de Vehículos Históricos. Una jornada de pruebas en el Circuito del Jarama con varias unidades serviría para enfrentarlo a diferentes situaciones y para poder compararlo con el que sería su equivalente actual, el SEAT Mii.

Para empezar a familiarizarme con el 600, el cual no había conducido jamás, lo primero que tuve ocasión de hacer fue una prueba de slalom a bordo de todo un 600 D descapotable. Acostumbrado a los slalom rápidos y precisos con los coches actuales, ver el planteamiento de esta prueba resultaba curioso.

Debíamos hacer un recorrido de ida y vuelta en el que los conos estaban muy separados. Viendo cómo lo hacían otros compañeros que me precedían, me di cuenta rápidamente de que iba a ser una maniobra más de paciencia que de pericia al volante, ya que todo ocurría a cámara lenta si lo comparábamos con el Mii que también hacía la misma prueba en paralelo.

Seat 600 Prueba slalom

Por fin llegó mi turno y admito que mientras me situaba en el asiento del conductor, sentí cierto cosquilleo en el estómago, igual que me ocurre cuando voy a ponerme al volante de algún deportivo especial.

Mi copiloto, del departamento de Vehículos Históricos de SEAT, se sentó en el asiento derecho con intención de darme las indicaciones necesarias sobre el recorrido y aclarar cualquier duda sobre el funcionamiento del coche, algo poco probable.

Es complicado tener dudas en un coche tan espartano y simple, en el que solo cuentas con los mandos básicos para accionar los elementos indispensables para ponerlo a andar: volante, acelerador, freno, embrague y caja de cambios de 4 marchas. ¿Necesitas algo más?

Salgo de cara a los conos y comienzo a girar el volante con movimientos amplios de ambas manos para poder esquivarlos. El enorme diámetro de la circunferencia obliga a mover los brazos arriba y abajo para conseguir aplicar el ángulo de giro adecuado, algo habitual en los coches clásicos en los que la dirección cuenta con un tacto poco directo y nada asistido.

Por suerte, no parece una maniobra complicada gracias en parte a la lenta velocidad a la que circulamos en la segunda de las cuatro marchas disponibles. El pequeño motor de cuatro cilindros y 767 centímetros cúbicos solo desarrolla 25 caballos a 4.600 RPM, pero para mí es más que suficiente.

Seat 600 miniatura

Sus dimensiones son ridículas si las comparamos con los coches actuales. Con 3,3 metros de largo, el SEAT 600 parece más cercano a las dimensiones de un Smart ForTwo (2,75 metros) que a las del Mii, y eso unido a la escasa velocidad a la que voy, permite sortear los conos son apenas dificultad.

Me lo pasé en grande, como un niño con un juguete nuevo entre manos, no porque las sensaciones que el coche transmite sean precisamente muy destacadas, sino porque no paraba de imaginarme la aventura que tenía que suponer en los años 60 moverse por España en un SEAT 600, como la mayoría de familias hacían.

Frenada asimétrica sin asistencia

La siguiente prueba que nos proponía SEAT con su 600 era relativa a la seguridad. Sin duda, este es uno de los ámbitos en donde la industria automovilística ha hecho más avances en estas seis décadas de vida del 600.

Hoy en día todos los modelos a la venta en nuestro país cuentan con numerosos asistentes a la frenada, como el servofreno, el ABS, los repartidores de frenada, etc, pero evidentemente el SEAT 600 carecía de cualquier tipo de ayuda en este aspecto.

Seat 600 Prueba frenada

La prueba consistía en una recta de aceleración en la que deberíamos llegar a meter segunda velocidad para, al fondo de la recta, frenar a fondo con las ruedas del lado derecho pisando sobre agua y las del izquierdo sobre seco.

Subo a bordo del fantástico SEAT 600 E perfectamente puesto a punto y afinado por el departamento de Vehículos Históricos de SEAT, y arranco tirando del embrague para intentar que en primera suba algo de vueltas para alcanzar velocidad antes de meter segunda.

Consigo alcanzar una velocidad que estimo estaba en torno a los 30 km/h, meto segunda y llego a la zona de frenada con intención de pisar el pedal de freno con todas mis fuerzas para ver qué pasaba.

El resultado fue un inevitable trompo en el que el coche quedó completamente cruzado en esa hipotética calzada sobre la que circulábamos, un ejercicio que de producirse en tráfico real, podría haber puesto en serio peligro nuestras vidas.

Seat 600 Prueba frenada

Seat 600 Prueba trompo

Seat 600 Prueba derrape

Seat 600 Prueba cruzado

Seat 600 Prueba lateral

El agarre de las ruedas del lado izquierdo era muy alto sobre supeficie seca, pero los pequeños neumáticos de 12 pulgadas de la derecha aplicando la presión de frenada sobre suelo mojado, no pudieron agarrarse con un nivel similar.

Todo esto hizo que el coche se cruzase sin posibilidad de evitarlo a base de contravolante, gas o cualquier otro movimiento que sí podríamos aplicar en un coche moderno. Sin duda, una maniobra así hoy en día con un coche dotado de medidas de seguridad convencionales, no supondría ningún tipo de problema, ya que los distintos sistemas de control de estabilidad se encargarían de evitar este peligroso trompo más común de lo que pensamos en los tiempos del 600.

Seat 600 Savio

En un elegante SEAT 600 Savio, un prototipo único creado sobre la base de una Fiat 600 Multipla para las visitas a fábrica de personalidades de la época como el General Francisco Franco que hoy reside en la nave A-122 de SEAT en Martorell, nos llevaron hasta la última prueba del día.

La vuelta más lenta de mi vida al Circuito del Jarama, pero también una de las más divertidas

Seat 600 Prueba

La última de las pruebas que nos esperaba, era todo un reto para los pequeños SEAT 600 que habían traído hasta allí desde su base situada en la fábrica de Martorell en Barcelona.

SEAT quería que diésemos una vuelta completa al Circuito del Jarama, el mismo trazado donde en los años 70 se disputaban muchas carreras de coches en las que los pilotos de la época competían a bordo de SEAT 600 similares a estos.

Seat 600 Prueba

En esta ocasión elegí una unidad un tanto especial, ya que se trataba de un SEAT 600 D con remolque y baca en el techo, el sueño de cualquier español que tuviese que viajar con la familia en los tiempos de post guerra.

El remolque, aunque vacío para evitar sobrecargar al coche de forma innecesaria, estaba fabricado sobre la parte trasera de otro SEAT 600 D idéntico al que llevábamos entre manos. Así contaba con las luces, los paragolpes y el aspecto acorde con el coche que lo dirigía.

Seat 600 Prueba

La salida a recta desde boxes se hace muy despacio, tal y como pide el propio SEAT 600. Las referencias de tiempo y distancia cambian por completo respecto a los coches que acostumbramos a probar en el trazado madrileño.

Mientras en un deportivo frenar a final de recta a 50 metros de la curva es sinónimo de irte a la tierra, en el SEAT 600 debes seguir acelerando si no quieres quedarte parado en medio de la primera curva.

Seat 600 Prueba

Lo que más me sorprende durante la vuelta que nos dimos al circuito, fue la suavidad con la que funcionaban todos los mandos del vehículo. Desde la dirección hasta los pedales y la palanca selectora, todo parecía funcionar a las mil maravillas, sin presentar ningún problema para un manazas como yo.

Se nota que estos cuatro coches que teníamos en pista, posiblemente sean los SEAT 600 más mimados de España, con todos los respetos a los siempre activos y mimados miembros del Club SEAT 600.

El interior del 600 es estrecho, tanto que es fácil tocar los codos entre los ocupantes de las plazas delanteras. Las traseras parecen un banco de tortura, y sorprende pensar que en ese espacio cabían tres o más niños sin problemas. O antes la población española estaba más delgada o no entiendo cómo lo conseguían.

Seat 600 Prueba

Los escasos 3,3 metros de largo del 600 y la ausencia de cualquier guarnecido interior, hacen que el habitáculo se convierta en una caja de resonancia en la que las pequeñas chinas que nos íbamos encontrando por el asfalto resuenen en su interior al golpear contra los bajos de la carrocería.

Todo se siente muy cercano, en parte también porque vamos conduciendo a un palmo escaso del asfalto y porque el conjunto de suspensión delantera con ballestón transversal y amortiguadores, junto con la trasera con trapecio oblicuo, muelle y amortiguadores, no filtran demasiado y es fácil percibir incluso las más mínimas irregularidades del asfalto.

Seat 600 Prueba 21

Subir la Rampa Pegaso en un SEAT 600 D de 25 caballos, con copiloto, remolque y unos agobiantes 38 grados de temperatura ambiente, es toda una experiencia. Una experiencia que exige paciencia y tranquilidad hasta coronar la cumbre y empezar a encarar la bajada hacia la curva de la Hípica.

La velocidad a la que circulamos es lenta, algo lógico si tenemos en cuenta que la máxima que puede alcanzar este coche es de 108 km/h. Eso, unido al enorme ancho de pista, hace que ni en la Hípica ni en la frenada de Bugatti, tengamos que tirar demasiado del equipo de frenos formado por cuatro tambores, uno en cada rueda de 12 pulgadas.

Seat 600 Prueba

Calculo que cuatro minutos después de haber salido de boxes estábamos de nuevo encarando la recta de meta, una lengua de asfalto que se antojaba eterna viéndola con la perspectiva que exige la velocidad a la que circulábamos. Tocaba volver a boxes a dejar descansar a los pequeños SEAT 600, así que no hubo que hacer los más de 700 metros de la recta del Circuito del Jarama.

Conducir el SEAT 600, una experiencia vital

Sin duda, esta prueba del SEAT 600 ha sido una de las experiencias vitales que recordaré hasta que me muera. Después de más de 18 años dedicándome a probar coches, ponerme al volante del 600 me ha permitido entender un poco mejor por qué la evolución automovilísticamente hablando de España ha sido y es un poco más lenta que la de nuestros vecinos europeos.

Pero sobre todo, me ha permitido apreciar el enorme coraje que tenían las familias españolas que durante años viajaron por medio país a bordo de estos pequeños 'Pelotillas', sin importarles las muchas carencias de espacio, confort, seguridad o fiabilidad mecánica de la que adolecían los coches en esa época. Eso, a fin de cuentas, debió de ser el germen de los amantes de los coches que siguen Motorpasión.

[[gallery: seat-600-60-aniversario-prueba]]

En Motorpasión | Desde un parto a bordo hasta superventas en Finlandia: desgranamos al SEAT 600 en 58 claves

La odisea del Alfa Romeo más antiguo del mundo: de extraer agua en una granja, a subasta millonaria

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Alfa Romeo G1 1

Después de que en 1918 la Anonima Lombarda Fabbrica Automobili (A.L.F.A.) se refundara en Alfa Romeo, heredando la gloria del pasado para afrontar una brillante etapa, la firma recientemente adquirida por Nicola Romeo se vio en la circunstancia de lanzar un primer modelo, y ese modelo se denominó Alfa Romeo G1. Corría el año 1921.

Ahora, RM Sotheby's prepara la subasta del único Alfa Romeo G1 que se conserva intacto y en condiciones de funcionamiento, de un total de 52 unidades del G1 que en su día abandonaron las instalaciones de Milán. De ellas, un par eran prototipos y las otras 50 fueron comercializadas muy lejos de Italia. En el otro lado del mundo, a decir verdad.

Alfa Romeo G1, un salto adelante a partir de la herencia de A.L.F.A.

Alfa 24 Torpedo A.L.F.A. 24 HP, 1910.

El Alfa Romeo G1 fue el primer modelo que emergió de la nueva Alfa Romeo, pero en su ADN conservaba la esencia de A.L.F.A. Giuseppe Merosi, que había sido responsable de Ingeniería de A.L.F.A., diseñó la actualización de su modelo 24 HP mientras mantenía con Nicola Romeo una disputa legal por los términos en los que se llevaría a cabo la adquisición de la marca.

Alfa 20 30 Es Alfa 20-30 ES Sport, 1921.

Aquella puesta al día del 24 HP dio paso, por un lado, al 20/30 ES y por otro, al Alfa Romeo G1, un modelo del que se diseñaron hasta tres variantes de carrocería (Spider Corsa, Torpedo y Limousine) sobre la base del modelo 40-60 HP de 1914. De esta manera Alfa Romeo entró a competir en el mismo segmento donde se movían fabricantes de prestigio como Rolls-Royce.

Alfa Romeo G1 Limousine Alfa Romeo G1 Limousine, 1921.

El Alfa Romeo G1 sirvió para estrenar un bloque de seis cilindros en línea, con una cilindrada total de 6.3 litros, que desarrollaba 70 CV de potencia máxima con unos descomunales 293 Nm de par motor. Su velocidad punta la fijaba en 138 km/h. Con estas credenciales, el G1 se alzó con el triunfo dentro de su categoría en la Coppa del Garda.

Rumbo a la tierra prometida: Australia, donde terminó destrozado y bombeando agua en una granja

Alfa Romeo G1 2

Pese a todos esos atractivos, el Alfa Romeo G1 fue un desastre comercial. En Italia apenas encontró clientes que se interesaran por el modelo y, de hecho, el Alfa Romeo G2, que debía suceder al modelo G1 en la línea de producción, nunca llegó a hacerse realidad. Así fue como las 50 unidades que se comercializaron, dejando dos prototipos al margen del total fabricado, se enviaron por barco rumbo a Australia.

Alfa Romeo G1 3

La unidad que sale a subasta en Sotheby's es el modelo más antiguo que se conserva con la marca Alfa Romeo. Lleva estampado el número de chasis 6018, y en un principio fue utilizado como vehículo de apoyo en una granja. En 1965, un restaurador llamado Ross Flewell-Smith encontró el Alfa Romeo G1 número 6018 sirviendo como bomba de extracción de agua. Tenía uno de los ejes destrozado.

Alfa Romeo G1 5

Ross Flewell-Smith se dedicó a restaurar el Alfa Romeo G1 en la década de 1970, rebautizando la unidad como la Milly. En el año 2000 se sometió a una nueva operación de restauración, que dejó el Alfa Romeo a punto de revista. A partir de entonces ha participado en todo tipo de eventos, desde el Concours d'Elegance de Pebble Beach, pasando por la Mille Miglia hasta llegar a Goodwood.

Alfa Romeo G1 4

Ahora, el Alfa Romeo G1, el más antiguo de los Alfa Romeo que se conserva, busca nuevo propietario. Entre los requisitos que se piden a quien quiera darle cobijo en su garaje está un poder adquisitivo suficiente como para poder desembolsar el millón y medio de dólares que RM Sotheby's estima que alcanzará cuando salga a subasta. Será en Phoenix (Arizona, Estados Unidos) este próximo mes de enero.

El fascinante origen del Mercedes 300 SL Roadster, el biplaza descapotable más bello de la historia

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Mercedes-Benz 300 SL Roadster

Desde el año 1954, el Mercedes-Benz 300 SL Gullwing, comunmente conocido como 'alas de gaviota', fue uno de los modelos deportivos de más éxito en el mundo, y especialmente en Estados Unidos. Tanto es así que 800 de las 1.400 unidades producidas fueron a parar allí.

Pero los norteamericanos, siempre fanáticos de las versiones descapotables con las que poder surcar sus infinitas carreteras a cielo abierto, especialmente en los estados del sur como California o Florida, pedían a gritos una versión descapotable de este. Max Hoffman, importador de Mercedes (y muchas otras marcas) para Estados Unidos en la época, presionó a la casa alemana para que fabricase un 300 SL Roadster y así nació hace 60 años el Mercedes 300 SL Roadster del cual te contamos su fascinante historia.

Teniendo en cuenta el éxito que estaba teniendo el 'alas de gaviota' en un mercado tan importante para Mercedes como el norteamericano, y ante las peticiones reiteradas de su importador local Max Hoffman, los de Stuttgart comenzaron pronto a desarrollar una versión descapotable con base 300 SL.

Dos prototipos del 300 SL Roadster y una unidad que se haría famosa

Mercedes-Benz 300 SL Roadster boceto

Fue en el mismo año 1954, cuando se puso a la venta el Gullwing, cuando el consejo de dirección de Mercedes-Benz dio luz verde a la creación de dos prototipos de pruebas y un tercer coche para presentar en sociedad en caso de que finalmente se produjese.

En el año 1956, solo dos años después de que el Coupé se pusiese a la venta con su innovadora inyección de combustible (fue el primer modelo en producción que lo incorporaba), ya tenían listas esas versiones de pre-producción del 300 SL Roadster. Lo más llamativo, además de su estilizada silueta y la adopción de la capota de lona, era la pérdida de uno de los elementos más característicos del 300 SL, las puertas de apertura vertical.

Mercedes-Benz 300 SL Roadster prototipo

Para probar cuál sería la aceptación de una versión Roadster en el mercado norteamericano, permitieron al fotógrafo David Douglas Duncan de la revista estadounidense Colliers Magazine fotografiar ese pre-serie y publicarlo en el número de octubre de 1956.

La acogida que tuvo fue tan buena que en Mercedes vieron necesario producir una versión de calle de este descapotable y hacerlo rápido, en solo un año debería estar expuesto en el Salón de Ginebra de 1957.

De Gullwing a Roadster, algo más que descapotarlo

Mercedes-Benz 300 SL Roadster y Gullwing

El 300 SL Coupé era un magnífico deportivo. Rápido y estable, podía tratar de tu a tu a los mejores deportivos italianos y alemanes de la época y se había convertido en el deportivo de producción más rápido del momento. Pero convertirlo en descapotable manteniendo ese magnífico dinamismo no solo era cuestión de eliminar el techo y poner uno de lona en su lugar.

Lo primero que tuvieron que acometer, fue modificar el chasis. Querían dejar espacio para el sistema de apertura de las puertas clásicas sin que por ello perdiera su rigidez torsional, de ahí que el largo total del conjunto fuese algo mayor en el Roadster (4,57 metros frente a 4,52 metros) mientras la distancia entre ejes se mantenía en 2,4 metros.

Mercedes-Benz 300 SL Roadster chasis

También tuvieron que modificar la parte posterior del chasis, donde consiguieron además crear espacio que daba cabida a un nuevo sistema de suspensión que debería funcionar mejor respecto al Coupé y un maletero de considerables dimensiones, importante detalle al no contar con el espacio detrás de los asientos delateros que sí tenía el Coupé, donde en ocasiones se alojaba un baúl hecho a medida.

En el desarrollo del vehículo se dieron cuenta de que este iba a ser algo más pesado que el Coupé, pero no por ello menos prestacional. Fijaron un máximo de 120 kilos de sobrepeso y consiguieron ceñirse a esa cifra, reduciendo eso sí la capacidad del depósito de combustible, que pasó de los 130 litros del coupé a los 100 litros del roadster.

Mercedes-Benz 300 SL Roadster esquema frontal

Con todas las modificaciones y manteniendo inicialmente el motor del Gullwing, un seis cilindros en línea de tres litros de cilindrada que desarrollaba 215 caballos, habían creado un coche dinámicamente espectacular.

Mientras el Gullwing adolecía de una divertida y al mismo tiempo peligrosa tendencia al sobreviraje, el Roadster conseguía compensarlo y convertirlo en una pequeña tendencia al subviraje que lo hacía más efectivo y al mismo tiempo seguro para la época.

Otras modificaciones respecto al 300 SL Coupé

Mercedes-Benz 300 SL Roadster fábrica

No solo se modificó el chasis, la carrocería y la suspensión trasera respecto al modelo que se tomaba como base. En el 300 SL Roadster también se hicieron cambios en las ópticas delanteras, de forma vertical, que agrupaban en una misma pieza las luces de carretera, de niebla e intermitencia, todo un avance para la época.

La capota de lona, fue desarrollada por Friedrich Geiger y supuso una revolución. Evidentemente su accionamiento era manual, pero era tan sencillo abrirla y cerrarla que se convirtió en la capota de lona de accionamiento más rápido del mercado.

Mercedes-Benz 300 SL Roadster desde arriba

Una vez abierta, la capota se escondía detrás de los asientos delanteros bajo una cubierta metálica que lo salvaguardaba y mantenía el estilo deportivo y elegante del Roadster. Una maravilla.

Poco a poco el modelo fue recibiendo novedades que lo hacían más atractivo si cabe. Ocho meses después de ponerse a la venta, Mercedes presentó un techo duro que mantenía el estilo del Coupé y lo hacía más útil en los meses de inviero, pero aumentaba 40 kilos el peso del conjunto.

Mercedes-Benz 300 SL Roadster Hard Top

En marzo de 1961 recibió una novedad importante, al incorporar frenos de disco de 290 milímetros de diámetro en las cuatro ruedas, los cuales sustituían a los de tambor de 260 milímetros anteriores. En la primavera de 1962, el motor fue sustituído por un bloque de aluminio que lo hacía 44 kilos más ligero, manteniendo el resto de características mecánicas.

1.400 unidades fabricadas

Desde 1957 hasta 1963, se produjeron un total de 1400 unidades del Mercedes-Benz 300 SL Roadster. Es por tanto, además de uno de los biplazas descapotables más bonitos de la historia, uno de los más exclusivos. Por eso, hoy en día sigue considerándose un coche más valioso que su hermano Coupé.

Mercedes-Benz 300 SL Roadster

Tal vez por las mejoras mecánicas y comportamiento más noble que ofrecía el de carrocería abierta, o tal vez simplemente porque es uno de los coches que más satisfacciones produce a quien tiene el placer de conducirlo, este año el Mercedes-Benz 300 SL Roadster cumplía 60 años. Era injusto acabar el año sin recordarlo, especialmente para mí que hace dos años tuve el enorme privilegio de conducir uno en un día muy especial, como podéis ver en la foto.

Sin duda aquel coche me marcó, me enamoró, se abrió de por vida un hueco en mi corazón, y me muero de ganas de volver a conducirlo. ¿Os gustaría que le hiciésemos una prueba?

[[gallery: mercedes-300-sl-roadster-60-aniversario]]

En Motorpasión | Los 9 coches más caros de la subasta de RM Sotheby’s en Santa Monica, con un 300 SL Roadster a la cabeza

El Tucker '48 personal de Preston Tucker puede ser tuyo

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Tucker 48

A estas alturas, cualquier Tucker que salga a la venta puede considerarse especial cuando no único, como la rarísima versión decapotable. Y es que tan sólo se fabricaron 51 unidades a lo largo de la corta existencia de la compañía y de ellos 47 son los que han sobrevivido hasta nuestros días. Sin embargo, esta unidad tiene un pedigrí muy especial.

En su día, participó en la película promocional de la marca, 'The Tucker: The Man and the Car', y fue el coche personal de Preston Tucker durante siete años, hasta que éste lo vendiese a un miembro de la familia Rockefeller en 1955, el futuro gobernador del estado de Arkansas. Y ahora puede ser tuyo.

Dueños famosos

Tucker 48

Hablamos del Tucker '48 con chasis número 1029 y fue pintado originalmente en gris. Además de realizar pruebas de alta velocidad para la marca en el circuito de Indianapolis, también participó en la película de Francis Ford Coppola 'Tucker, un hombre y su sueño' (1988) con Jeff Bridges. Así, no es un Tucker Torpedo cualquiera el que saldrá a subastas el próximo mes en Phoenix de la mano de RM Sotheby's.

Tucker 48

En 1955, poco tiempo antes de que Preston Tucker falleciera, vendió el coche a Winthrop Rockefeller, el nieto del fundador de la Standard Oil: John D. Rockefeller. Winthrop sería elegido unos años después gobernador de Arkansas de 1967 to 1971.

La lista de ilustres dueños de este Tucker, que estuvo en un colección privada desde 2004, también pasó por las manos de Jack Bart, el manager de James Brown en los años 70 y 80. Fue Jack Bart el que encargó una completa restauración del coche, pero sin los excesos de las restauraciones al estilo estadounidense donde los coches terminan estando mejores que cuando salieron de fábrica. El Tucker número 48 está considerado un coche intacto y prácticamente original.

6 cilindros y todo atrás

Tucker 48

El Tucker Torpedo, para quien no lo conozca, era el coche que debía revolucionar la industria del automóvil estadounidense, pero nunca pudo hacerlo. Se trata de una berlina de 5,3 metros de largo que en 1948 equipa un motor de 6 cilindros opuestos con inyección y refrigerado por agua de 5.5 litros. Desarrolla 168 CV y entrega 504 Nm y va asociado a un cambio manual automatizado de 4 relaciones.

Tucker 48

Algunas de las innovaciones que equipaba el Tucker, además del peculiar motor, incluyen una barra de seguridad integrada en caso de vuelco, un bloque motor desmontable en media hora para abaratar los costes de mantenimiento y por supuesto el tercer faro central que gira con las ruedas.

[[gallery: tucker-48-de-preston-tucker]]

A subasta este Plymouth Belmont: un prototipo único de los años cincuenta que no será barato

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Plymouth Belmont Concept a subasta

Para muchos aficionados la década de los cincuenta fue la época dorada del automovilismo estadounidense en lo que respecta a diseño. Durante aquellos años los fabricantes lanzaron decenas de prototipos de lo más interesantes, como este Plymouth Belmont concept de 1954.

Fabricado en Estados Unidos y diseñado por Briggs Manufacturing, este interesante prototipo de Chrysler Corporation para la marca Plymouth fue mostrado en los salones de Chicago y Nueva York de 1954. Lo que podría haberse convertido en el Chevrolet Corvette o el Ford Thunderbird de Plymouth se quedó en un simple prototipo que nunca llegó a producción.

Ahora la casa de subastas Barrett-Jackson, quien ya vendió esta misma unidad del coche -la única existente- en 2014 por 1.320.000 dólares, saca a subasta el mes próximo el Plymouth Belmont Concept, totalmente restaurado, aunque de momento no se ha anunciado un precio orientativo.

Plymouth Belmont Concept a subasta

Plymouth Belmont Concept a subasta

Espectacular diseño y bloque V8, por supuesto

El único prototipo Belmont fabricado quedó en manos de Virgil Exner, el vicepresidente de diseño de Chrysler, quien lo rescató de una destrucción segura tras no recibir la luz verde para producción, y lo añadió a su garaje personal.

Seis décadas después, el modelo ha sido restaurado para que luzca como el primer día, con su carrocería de color rojo y su interior blanco. Además conserva su motor original, un 4.0 litros V8 de unos 160 CV, junto a una transmisión automática de tres velocidades.

Plymouth Belmont Concept a subasta

Plymouth Belmont Concept a subasta

Fabricado sobre un chasis Plymouth convencional, la carrocería se fabricó con fibra de vidrio y se utilizaron materiales como plexiglás para la luna delantera, y llaman la atención algunos detalles propios de un prototipo, como la ausencia de tiradores de las puertas en la carrocería, lo que obliga a sus ocupantes a abrir las puertas desde el exterior utilizando siempre las manetas interiores.

[[gallery: plymouth-belmont-concept]]

Esta furgoneta Mercedes-Benz de 1959 puede ser tuya, aunque te costará más que un SLS AMG Roadster

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Mercedes-Benz O 319 de 1959, a subasta

Nacida en 1949, la famosa Volkswagen Type 2 es sin ningún género de dudas la 'furgonetilla' más famosa de todos los tiempos, pero en la década de los cincuenta le salieron algunos competidores menos conocidos, como la interesante Mercedes-Benz O 319 lanzada en 1955.

En su próxima subasta de Arizona, dentro de un par de semanas, el especialista RM Sotheby's pone a la venta un ejemplar muy particular, de 1959, totalmente restaurada por su propietario -a lo largo de 15 años- y convertida además en una camper apta para cualquier aventura.

Su dueño, un ingeniero informático, quiso hacer de esta 0 319 de motor delantero y peculiar diseño una especie de vivienda sobre ruedas, que ahora saldrá a subasta por un precio estimado de entre 175.000 y 200.000 dólares (entre 145.000 y 166.000 euros).

Cabe apuntar que por ese mismo dinero, o incluso algo menos, podrías hacerte en la misma subasta con un SLS AMG Roadster de 2012 (150.000$-180.000$), con su espectacular motor 6.2 litros V8 atmosférico, o bien con un 190 SL de 1958 (175.000$-200.000$), entre otras muchas cosas.

Mercedes-Benz O 319 de 1959, a subasta

Mercedes-Benz O 319 de 1959, a subasta

Motor moderno y muchas modificaciones

Exteriormente esta furgoneta de Mercedes-Benz luce el mismo color de carrocería original y, bajo su piel, esconde una moderna suspensión neumática adaptada a la configuración de fábrica del modelo, de doble rueda trasera. Por dentro cuenta con asientos de cuero y hasta una cama de generosas dimensiones.

Mención especial merece el trabajo eléctrico y el sinfín de accesorios que equipa: desde iluminación adicional en cualquier esquina hasta depósitos de agua y propano instalados bajo la carrocería, un grifo, cocina, calentador de agua o una nevera, entre otras cosas. También incorpora dos equipos de sonido, delante y detrás, así como un panel solar para tener cierta autonomía eléctrica.

Según la firma de subastas, equipa un motor Mercedes-Benz moderno de inyección de gasolina junto a una transmisión automática y mejoras en el sistema de refrigeración.

[[gallery: mercedes-benz-o-319-de-1959-a-subasta]]

Vuelve el Eleanor Mustang de '60 segundos', ahora fabricado por Fusion Motor Company

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Eleanor Mustang

Hace ya 18 años del nacimiento de este icono de los automóviles en el cine, llamado Eleanor Mustang. Si por el nombre no te suena, seguro que reconocerás su estética. Hablamos del Ford Mustang de la película '60 segundos' de Nicolas Cage, que fue un invento de los productores del remake del año 2000, ya que en la original de 1974 Eleanor era un Mustang Mach 1 amarillo.

La compañía Fusion Motor Company acaba de anunciar que se ha hecho con los derechos para fabricar bajo licencia el Eleanor Mustang de la película, tras llegar a un acuerdo con la coproductora Denise Halicki. El proceso de fabricación llevará seis meses y el precio de cada unidad partirá de los 189.000 dólares, es decir, unos 157.000 euros al cambio actual.

La razón que ha llevado a Fusion a llegar a este acuerdo es que su presidente, Yoel Wazana, tenía en el garaje un Eleanor edición limitada de los primeros que fabricó bajo licencia Carroll Shelby, pero al parecer los acabados no eran gran cosa y la carrocería de fibra de vidrio vibraba demasiado. Total, que decidió afrontar el reto de fabricar él mismo estos nuevos Eleanor.

Eleanor Mustang

Eleanor Mustang

Cinco motores V8 a elegir

Cada uno de los ejemplares que fabrique FMC estará basada en un Ford Mustang Fastback normal de 1967 o 1968 (y no en versiones Shelby o similares), que serán convenientemente desmontadas y dejadas "al desnudo" para después instalar todo tipo de refuerzos, un eje delantero Detroit Speed Aluma-Frame, una suspensión multibrazo trasera, diferencial autoblocante o un eje posterior Ford Currie Enterprises de 9 pulgadas.

La oferta de motorizaciones, todas ellas obra del preparador Roush, contempla cinco opciones. El más básico es un 5.0 litros V8 de 430 CV, al que se añade un compresor para alcanzar 600 CV en el escalón siguiente. Por su parte, otro bloque de ocho cilindros en uve pero 7.0 litros de cilindrada está disponible en variantes de 480, 560 y 750 CV. En cualquier caso, las transmisiones son una manual de cinco o seis marchas, o una automática de seis relaciones.

Además de elementos de fibra de carbono o faros LED en el exterior, en el habitáculo encontramos asientos de tipo baquet, una columna de dirección ajustable, aire acondicionado, equipo de audio con conectividad Bluetooth, cierre centralizado y, en opción, se pueden equipar asientos Recaro de carreras, instrumentación específica o sistema multimedia con navegador GPS.

[[gallery: fmc-eleanor-mustang]]


Morgan, el fabricante que todavía utiliza madera de fresno en los chasis de sus espectaculares coches

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Morgan 4/4

Si te pregunto por una marca de coches cuyo nombre comience con la letra M, tal vez no te venga a la cabeza Morgan. Lógico, se trata de un fabricante británico que, a pesar de tener 109 años de historia a sus espaldas, fabrica tiradas muy pequeñas de sus curiosos automóviles.

Comenzaron a trabajar a comienzos del Siglo XX, y los inicios de la marca estuvieron ligados a la fabricación de triciclos, o coches de tres ruedas motorizados. No fue hasta 1936 cuando el primer vehículo de cuatro ruedas salió de la fábrica de Morgan, y desde entonces han mantenido ese toque artesanal que les ha llevado a seguir confiando en la madera de fresno como elemento clave para construir la estructura sobre la que se sustenta la carrocería y el interior de sus coches.

Morgan factory

Morgan operario fábrica

Cada Morgan se fabrica a mano en la factoría que Pickersleigh Road, en Malvern Hills, una localidad al escasos 200 kilómetros al oeste de Londres, muy cerca de Gloucester. Así lo llevan haciendo desde sus inicios, y han sabido combinar la tecnología necesaria para fabricar coches modernos que cumplan con los estrictos requerimientos de homologación (y así poder venderlos en diferentes mercados en todo el mundo), con la artesanía más pura y apasionante que le da ese toque único a cada coche.

Tres elementos: madera de fresno, aluminio y piel

Morgan utiliza tres elementos básicos para construir sus coches: madera de fresno, aluminio y piel. En sus catálogos no verás que hablen de avanzados procesos de diseño, fabricación con técnicas revolucionarias, láser y demás moderneces. Al contrario, lo que destacan es el carácter artesanal de cada uno de sus coches, tanto que cada cliente que quiera un Morgan, podrá ir personalmente a la fábrica a ver cómo se fabrican, elegir las texturas, la piel de los asientos o la pintura con la que querrá decorar la estilizada carrocería de su nuevo coche.

Morgan fabricación

Es lo bueno que tiene ser una compañía que ha sabido subsistir dimensionándose adecuadamente con el paso de los años, sin buscar un crecimiento exponencial que podría llevarles a la ruina en caso de que los planes no hubiesen ido según lo previsto. Hoy en día Morgan produce unos 850 coches al año, y eso les permite tratar a sus clientes de una forma distinta a cómo lo hacen el resto de marcas de volumen. 'Tailor Made' que dicen los ingleses.

Esa dimensión contenida del negocio, también les ha permitido mantenerse fieles a sus orígenes en algunos sentidos, de ahí que sigan utilizando como elemento clave en la construcción de sus coches la madera de fresno. Este material se emplea como un elemento más la estructura que da forma a muchos modelos, y eso lleva a que la fábrica de Morgan parezca en ocasiones más un taller de ebanistería que una factoría de donde salen algunos de los coches más divertidos de conducir del mundo.

Morgan 4/4, el modelo de producción más longevo de la historia con mucha madera de fresno

Morgan madera de fresno

La madera de fresno es muy ligera y es fácil trabajar con ella. Cuenta con un nivel de flexibilidad que ya querrían para sí otros materiales como el acero o el aluminio, y además su durabilidad está fuera de toda duda. Prueba de ello es que muchos Morgan 4/4, el primer modelo de cuatro ruedas fabricado en 1936 y que todavía hoy siguen fabricando sin apenas modificaciones sustanciales (es el modelo de producción más longevo de la historia) siguen rodando por las carreteras de medio mundo para deleite de sus propietarios sin que los elementos de madera se hayan deteriorado.

Morgan hoy en día emplea la madera de fresno como complemento al aluminio empleado en los chasis sobre los que se asientan los elementos de la parte ciclo: frenos, dirección, eje trasero, motor, etc. Las diferentes láminas de madera dan forma a una estructura base sobre la que se fijan tanto las planchas metálicas que conforman la carrocería, como los paneles que componen el interior.

Morgan planchas madera fresno

Morgan fábrica plachas madera
El aspecto de la fábrica de Morgan en ocasiones parece más el taller del carpintero Geppetto que una fábrica de coches modernos

La madera de fresno se puede cortar con gran precisión, y puede laminarse en líneas curvas para dar forma a las llamativas carrocerías de los coches Morgan, que hoy en día cuenta en su catálogo con modelos como los 4/4, Plus 4, Roadster, Plus 8 o Aero 8. Así es muy probable que si algún día ves un Morgan en un taller sin alguno de los paneles de la carrocería, te encuentres con un pedazo de madera bien visible.

Madera de fresno en un Three-Wheeler eléctrico, una mezcla que sería apasionante pero no será

Morgan EV3

En el año 2011 Morgan lanzó al mercado un modelo que honraba los orígenes de la marca, el Three-Wheeler. Se trataba de un coche de tres ruedas (como su propio nombre indica), con dos ruedas direccionales situadas en la parte delantera y una en la trasera. El motor bicilíndrico en V de 1.983 centímetros cúbicos va situado en la parte delantera.

La evolución de este modelo que mejor conjugará la tradición más absoluta de Morgan y el futuro más electrizante será el Morgan EV3, una versión de éste con motor eléctrico de 46 kW (62 CV), alimentado por baterías de ion-litio con una capacidad de 20 kWh.

Morgan EV3

Las baterías siempre son el mayor escollo a la hora de contener el peso de los coches eléctricos, ya que suelen pesar tanto que aumentan mucho el peso del conjunto, algo inadmisible en un lightweight como el Three-Wheeler pensado para que quien lo conduzca disfrute al máximo.

Por ello, en Morgan ya han anunciado que el EV3 utilizará por primera vez una construcción con base de fibra de carbono, elemento que se combinará con el aluminio. Hubiese sido precioso ver un Three-Wheeler eléctrico sobre madera de fresno, pero no podrá ser. Al menos, siempre nos quedará el impertérrito Morgan 4/4, que después de 81 años a la venta, no tiene pinta de querer una jubilación.

[[gallery: morgan-fabricacion]]

En Motorpasión | Artesanía en vídeo. Así se fabrican los Morgan

¡Ponte el babero! Esta impresionante colección de Porsche 911 964 sale a subasta

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Exclusive Porsche - The 964 Collection

Los amantes de Porsche de más acaudalados bolsillos y que anden detrás de interesantes modelos 964 están de auténtica enhorabuena. El próximo día 10 de marzo, en el Amelia Island Concours d’Elegance, saldrá a subasta una colección de Porsche 911 964 de las que requieren babero.

El especialista RM Sotheby’s ofrecerá un lote de exclusivos Porsche 911 de generación 964 (y un 930), la mayoría de ellos de edición limitada. En total son 12 vehículos, todos de un único dueño, que fueron amasados por éste a lo largo de una década y que no son precisamente baratos.

Todos estos ejemplares del mítico nueveonce, la mayoría dignos de museo, están encabezados por un espectacular Porsche 911 Carrera RSR 3.8 de 1993 -1 de 45 fabricados- que nunca llegó a competir, tiene apenas 765 kilómetros en el odómetro y está acabado en un llamativo color amarillo. ¿El precio estimado? Entre 1,2 y 1,4 millones de dólares (entre 1 y 1,2 millones de euros).

Porsche 911 Carrera RSR 3.8 (1993)
Porsche 911 Carrera RSR 3.8 (1993)
Porsche 911 Carrera RS 3.8 (1993)
Porsche 911 Carrera RS 3.8 (1993)

En la colección destacan un Carrera RS 3.8 también de 1993 (sólo se fabricaron 55 unidades), con 7.000 kilómetros y un precio estimado de entre 1,2 y 1,5 millones de dólares, un Turbo S X85 Flachbau de 1994 (600.000-800.000 dólares) o un 911 Turbo S Leichtbau de 1993 (entre 1 y 1,2 millones de dólares).

Colección al completo y precio

A continuación te dejamos la lista completa de modelos y el precio estimado que RM Sotheby’s espera que alcancen en subasta.

  • 1989 Porsche 911 Turbo "Flat Nose" Coupé: 200.000 - 250.000 dólares
  • 1991 Porsche 911 Carrera Cup: 250.000 - 325.000 dólares
  • 1991 Porsche 911 Turbo 3.3: 200.000 - 250.000 dólares
  • 1992 Porsche 911 Carrera RS: 200.000 - 250.000 dólares
  • 1993 Porsche 911 Carrera RS 3.8: 1.250.000 - 1.500.000 dólares
  • 1993 Porsche 911 Carrera RS America: 200.000 - 250.000 dólares
  • 1993 Porsche 911 Carrera RSR 3.8: 1.200.000 - 1.400.000 dólares
  • 1993 Porsche 911 Turbo S Leichtbau: 1.000.000 - 1.200.000 dólares
  • 1994 Porsche 911 Speedster: 200.000 - 250.000 dólares
  • 1994 Porsche 911 Turbo 3.6: 200.000 - 250.000 dólares
  • 1994 Porsche 911 Turbo S X83 Flachbau: 500.000 - 600.000 dólares
  • 1994 Porsche 911 Turbo S X85 Flachbau: 600.000 - 800.000 dólares

[[gallery: exclusive-porsche-the-964-collection]]

Y esta es la historia del desconocido y olvidado Chrysler TC by Maserati

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Chrysler Tc By Maserati

Todos los fabricantes de automóviles tienen uno o más modelos que prefieren no recordar. Muchas veces es porque fueron un error comercial, como el Alfa Romeo Arna o el Volkswagen Routan. Curiosamente, en muchas ocasiones suele ser un coche fruto de una unión improbable, como el Chrysler TC by Maserati.

Chrysler quería vender lujo a la europea. Y llamó a la puerta de Maserati. El resultado es una suerte de Chrysler LeBaron a precio desorbitado que casi nadie quiso en su día. Y sin embargo los coleccionistas empiezan a interesarse por este extraño modelo. Esta es su historia.

Chrysler Tc By Maserati

En los años 80, las marcas de prestigio estadounidenses no pasan por su mejor momento frente a la competencia europea liderada por BMW y Mercedes-Benz. Los dirigentes de los tres grandes grupos estadounidenses creen que es preciso asociarse con los europeos para poder triunfar.

Ford importa el Sierra como Merkur XR4Ti y en la misma época Cadillac desarrolla con Pininfarina el Allanté (para cuya fabricación sería preciso un puente aéreo con tres Boeing 747 Cargo entre Detroit y Turin). Ambos modelos fueron un fracaso. Chrysler, por su parte había llegado a la misma conclusión que sus rivales: necesitaba un toque de lujo europeo para poder vender sus modelos de prestigio. Lo haría con el Chrysler TC by Maserati desvelado en el Salón de Los Angeles en 1986. Y también sería un fracaso.

Lee Iacocca vuelve a colaborar con Alejandro de Tomaso

Chrysler Tc By Maserati

En los años 80, era el emblemático Lee Iacocca quien dirigía Chrysler tras dejar Ford en 1978 debido a desacuerdos con Henry Ford II. Lee Iacocca a su paso por Ford fue responsable de la creación del Ford Mustang, del programa de competición que dio lugar al Ford GT40 y sus cuatro victorias en las 24 horas de Le Mans y la creación del De Tomaso Pantera en 1970.

Se dice que Iacocca, de origen italiano, fue en realidad el que más se cabreó tras ver que Enzo Ferrari se negaba en el último momento a vender la marca a Ford. Su enfado habría sido muy superior al del propio Henry Ford II y de ahí habría surgido la idea de derrotar a Ferrari tanto en competición como a nivel comercial.

En el primer caso lo lograron con el Ford GT40 y en cierto modo también lo lograron de 1971 a 1974 con el De Tomaso Pantera (el 80 % de las producción total del Pantera se vendió entre 1971 a 1974, años en los que Ford distribuía el Pantera en Estados Unidos).

Chrysler Tc By Maserati

Así, una vez en Chrysler, Iacocca volvió a recurrir para su nuevo proyecto de coche de lujo a Alejandro de Tomaso. Desde la época del Pantera, De Tomaso se ha montado un pequeño conglomerado de empresas. Además de De Tomaso, que sigue fabricando el Pantera (lo haría hasta 1994), también adquirió Innocenti y Maserati. De Tomaso intenta devolver a la vida Maserati con el cupé Biturbo y sus derivados -un modelo muy delicado de conducir y con enormes problemas de fiabilidad-.

En 1984, Chrysler compra el 5 % de Maserati y en 1986 sube su participación en el fabricante italiano a 15,5 % (con la opción de obtener el control total en 1995), el resto de las acciones siguen en mano de Alejandro de Tomaso. La idea con esta compra era que Maserati fabricara para Chrysler un coche de lujo sobre una plataforma Chrysler y con motores del grupo estadounidense.

"By Maserati", pero con 4 cilindros Chrysler o V6 Mitsubishi

Chrysler Tc By Maserati

El Chrysler TC by Maserati -sí, era el nombre comercial completo- debutó en el Salón de Los Angeles de 1984. Sin embargo, la fabricación del TC no comenzó hasta 1989, año en el que comenzó su comercialización. El coche estuvo disponible con tres motorizaciones y dos transmisiones. El modelo de acceso a la gama era un 4 cilindros turbo de 160 CV (el mismo que equipa el Dodge Daytona). Este motor fue sustituido en 1990 por un V6 3.0 litros de origen Mitsubishi de 141 CV. Ambos motores iban asociado a un cambio automático.

Sin embargo, los coleccionistas fan de este modelo suelen preferir el 4 cilindros de 2.2 litros turbo de 200 CV asociado a un cambio manual Getrag de 5 relaciones. No solamente es el más potente de los tres, es también el único que luce un cubreculatas con el logotipo Maserati.

Chrysler Tc By Maserati

En realidad, el motor tenía poco de Maserati, si bien la marca italiana se había encargado de su preparación y de completar el bloque en el proceso de fabricación. A la base es el 2.2 Turbo II de Chrysler (compartido con el Shelby GLH-S), pero Maserati encargó una culata de 16 válvulas a Cosworth, pistones forjados a Mahle y sobrealimentó todo con un turbo IHI.

Rara avis

El equipo de Iacocca pensaba poder vender entre 5.000 y 10.000 unidades al año. La realidad fue muy dura con ellos. El primer año de producción salieron 3.764 unidades de la factoría Maserati en Italia. El TC se fabricó en 1989 y 1990, pero se siguió vendiendo en 1991. Había que acabar con el stock... En total, tan sólo se fabricaron 7.300 unidades del TC en Módena.

Chrysler TC by Maserati

Paradójicamente, con una logística menos compleja que la de su rival Cadillac Allanté y un precio de venta muy inferior (el Cadillac valía casi el doble que el TC), se vendió mucho menos, pues entre 1987 y 1993, fueron 21.430 los Cadillac Allanté que encontraron dueño.

El coche resultó ser un fracaso. El público estadounidense, contra todo pronóstico, no compraba un coche simplemente por el prestigio de una marca. Y es que para la mayoría del público el Chrysler TC by Maserati era un simple Chrysler LeBaron (K-Car) de anterior generación con aires de grandeza y vendido a precio de oro.

Chrysler Lebaron Convertible El Chrysler LeBaron llegó al mercado antes que el Chrysler TC y costaba dos veces menos. El TC by Maserati nunca tuvo una oportunidad, ya estaba condenado antes de llegar al mercado.

En 1986, Chrysler presentó el nuevo LeBaron (J-Car) y aunque la base mecánica seguía siendo muy similar a la de la anterior generación, el diseño era mucho más moderno y gustó más. De hecho, esa generación gozó de cierto éxito incluso en Europa, como en Francia, Italia o Suiza.

Al final, incluso en los desbocados años 80, el público no compraba un coche al doble del precio de su equivalente más atractivo simplemente porque luciese un “by Maserati” en el nombre comercial. Claro que a toro pasado es fácil pensar “cómo pudieron hacer eso”, pero la realidad es que tras el éxito del Pantera ideado por el dúo Iacocca-De Tomaso, pudieron pensar que podrían repetir la jugada.

Chrysler Tc By Maserati

Además, no solamente ellos lo pensaron, Ford y General Motors intentaron algo similar y también fracasaron. Simplemente, era el síntoma de la inmovilidad de los tres grandes de Detroit a la hora de innovar y pensar de forma diferente. Algo que décadas más tarde les pasaría factura, especialmente a General Motors (que casi desaparece) y de Chrysler que, ironía del destino, está ahora en manos de Fiat junto a Maserati.

Y así es como el Ford Mustang de 'Bullitt' volvió a ver la luz

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Ford Mustang Bullitt original

Una de las estrellas del Salón de Detroit de este año ha sido el Ford Mustang Bullitt. Ford presentó una nueva edición limitada homenaje al coche que Steve McQueen usó en la película 'Bullitt' coincidiendo con los 50 años del estreno de la película. En el stand, junto al Mustang Bullitt, estaba el coche original utilizado en la persecución. Sí, ese que había desparecido, oculto supuestamente en una colección privada y sobre el que corrían todo tipo de bulos.

La sorpresa para los fans del Mustang yeve McQueen fue monumental. El coche, por fin, salía de su guarida y estaba ahí, bajo los focos. Lejos de estar en perfecto estado cosmético, el coche no se tocó desde que finalizó el rodaje del film. Tal y como Steve McQueen quería que fuese.

Ford Mustang Bullitt 2018

El actual dueño del Mustang Bullitt original, Sean Kiernan, explicó a Jay Leno que él y Ford trabajaron juntos para que el coche volviese a la luz. El padre de Sean Kiernan, Robert Kiernan Jr., compró el coche en 1974 cuando vio anunciado a la venta en Road & Track un “Ford Mustang Bullett”. Nadie salvo él había preguntado por el coche y lo compró por 6.000 dólares (entonces, era mucho dinero para un Mustang de 1968 con la carrocería marcada).

En 1977, Steve McQueen escribió una carta a Robert Kiernan explicándole que quería recuperar “su Mustang del '68”. En el blog de Hagerty (donde se puede leer toda la historia al completo) se explica que McQueen quería conservar el coche intacto, tal y como apareció en 'Bullitt'. Se ofreció a comprar un otro Mustang para la familia Kiernan, pues el de 'Bullitt' era el único coche del que disponían. Pero Robert Kiernan, nunca pensó vender el coche y McQueen no insistió.

Kiernan nunca escondió que el coche fuese el de 'Bullitt'. Pero llegó un momento en el que la fama del coche y los problemas mecánicos eran demasiado para los Kiernan, y Robert decidió esconder el coche. Y nunca más se supo, hasta hoy. Mientras tanto, se dijo de todo, que si el coche estaba escondido en Tennessee, que si su dueño lo desguazó porque estaba implicado en un accidente y no tenía seguro, etc.

Cuando Ford lanzó al mercado la primera edición limitada del Mustang Bullitt en 2001 y volvió a hacerlo en 2008, Robert Kiernan y su hijo Sean decidieron restaurar el coche, pero Robert Kiernan falleció en 2014 y no se llevó a cabo la restauración.

¿Cómo llegó el coche hasta el stand de Ford? Un día, hablando de coches con su jefe, Casey Wallace, Sean Kiernan confesó que poseía el Mustang de 'Bullitt'. Wallace se lo comentó a un amigo de la industria del cine con el que había escrito un guión en torno al descubrimiento del Mustang de McQueen. Se reunieron con Sean Kiernan, vieron que era realmente el coche y los tres decidieron poner en pie la película. Pero no tenían la financiación.

Ford Mustang Bullitt

Pensaron que enseñar el coche sería una buena manera de conseguir los fondos. Así, con la ayuda del mayor experto en Ford clásicos de Estados Unidos, Kevin Marti, que certificó que sí era el Mustang de 'Bullitt' reunieron algunos fondos y consiguieron hablar con la cúpula de Ford en el SEMA Show de 2016. Como Ford tenía previsto lanzar al mercado una nueva edición limitada del 'Bullitt', llegaron a un acuerdo para devolver a la luz la existencia del Mustang 'Bullitt'.

Ford Mustang Bullitt 2018

Así, en menos de un año, los dos Mustang de 'Bulliitt' que todo el mundo daba por desaparecidos han vuelto a la luz. El de Kiernan se sabía que debía existir, mientras que el que se encontró en México y luego autenticado por Kevin Marti, debería haber sido desguazado.

Y esta es la increíble historia del Porsche 356 fabricado en la comunista Alemania del Este en 1954

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Porscheli Lindner Porsche 356 Alemania del Este

La saga de los Porsche 356 está llena de modelos especiales y algún que otro one-off (modelo único), pero la historia del Lindner Coupé, el Porsche de Alemania del Este, es sin duda el modelo aparentado con el 356 que menos conocemos.

El Lindner Coupé fue creado por los hermanos Reinmann en 1954, en un país el que sus habitantes correrían el mismo destino que todos los que cayeron bajo la dominación de la Unión Soviética: economía planificada, milagros económicos que solo se veían en los medios oficiales e intentar pasar desapercibidos de la policía política de turno. Aún, Knut y Falk Reimann decidieron que tenían que tener un Porsche 356. Y si no lo podían comprar, lo fabricarían ellos mismos con la inesperada ayuda de Porsche.

El sueño de un Porsche 356

Porsche 356 1100 Coupe

La historia de Porsche está llena de sorpresas y de toda clase de vehículos vinculados a la marca que nunca hubieses imaginado. Incluso en la actualidad, el estudio de ingeniería de Porsche, sigue creando toda clase de vehículos, desde grúas a motos de agua. Esta vez, la sorpresa viene de la antigua República Democrática Alemana (RDA), o Alemania del Este, a principios de los años 50, cuando el muro de Berlín todavía no existía.

Los mellizos Knut y Falk Reimann nacieron en 1932, en Dresde, que en 1949 pasó a formar parte de la RDA. Estudiaron ingeniería automóvil ya que desde pequeños soñaban con tener su propio coche deportivo. Claro, que ese tipo de creatividad en un sistema económico planificado donde solo los miembros de la élite gobernante y afines tenían acceso a ese tipo de lujos no era algo muy bien visto.

Knut y Flak Reimann Porscheli Lindner

Así, entre un sistema donde casi todo estaba sujeto a racionamiento, sin realmente tener acceso a la renaciente industria del Oeste, y la falta de fondos para materializar su proyecto no les quedó más remedio que recurrir al reciclaje, como se hizo en casi todos los países del bloque comunista.

Garaje Knut y Flak Reimann Porscheli Lindner

Un día de 1953, en la campiña al sur de Berlín, se encuentran con los restos de un Kübelwagen Type 82 de la Wehrmacht. La Segunda Guerra Mundial terminó hace ocho años y todavía quedan muchas reliquias del conflicto por los campos y bosques de Alemania. El Kübelwagen será la base para su proyecto. El chasis, el motor bóxer de 4 cilindros refrigerado por aire de 1.131 cc y 24,5 CV y el cambio de marchas todavía se pueden usar. Y además se trata de un coche ideado por el propio Ferdinand Porsche sobre la base del Volkswagen Escarabajo.

Porscheli Lindner Kübelwagen El chasis y el motor de un Kübelwagen Typ 82 serviría de base para el Porscheli, o Lindner Coupé.

Sin embargo, para poder materializar el coche de sus sueños, necesitaban una carrocería. Sin fondos, ni taller propio con las herramientas adecuadas la tarea se presentaba más que complicada. Piden ayuda a un taller de carrocería de la zona de Dresde que tuvo cierto prestigio antes de la guerra, la Karrosserie & Fahrzeugbau Arno Lindner.

Karrosserie Lindner dará forma al sueño de los Reimann

Porscheli Lindner Coupé

En la RDA, los coches con carrocerías únicas y los autobuses ya no eran lo que mantenía a flote el taller de Arno Lindner (el fundador). Con la ayuda de su hijo y de 15 empleados fabricaban unos pocos coches con carrocerías de acero y madera sobre las bases que sus clientes podían conseguir. Los hermanos Reimann pagaron 3.500 Ostmark y se comprometieron además a ayudar en la fabricación. Por lo visto no era un contrato muy lucrativo para Lindner pero con este coche pensaba recuperar su fama.

Porscheli Lindner Porsche 356 Alemania del Este

Tras crear el armazón de madera sobre el que moldearían los paneles de carrocería, necesitaban paneles de carrocería. Y una de las mayores problemáticas de la construcción del coche era la escasez de acero. Al igual que hicieron con el chasis y el motor, para la carrocería optaron por el reciclaje. Los 15 capós de camiones Ford abandonados tras el conflicto le permitirían a Lindner dar forma a la carrocería. Tras soldar los capós entre sí para formar paneles, pudieron dar forma a los paneles y por tanto a la carrocería.

Reimann Porscheli Lindner

En 1954, el coche estaba listo por fin. Lindner y su equipo habían conseguido reproducir las formas del Porsche 356, aunque como partían de un chasis más largo y ancho, su versión era 30 cm más larga que el modelo de Porsche. De hecho, medía 4,15 m de largo por 1,68 m de ancho por 1,34 m de alto y disponía de cuatro plazas.

Porscheli Lindner Porsche 356 Alemania del Este

Una vez con el coche terminado, los hermanos Reimann decidieron probarlo y viajar por toda Europa. (Los Porsche siempre han sido coches ideales para los viajes, ya sea por carretera o fuera de ella). Francia, Italia, Suiza, Austria y Alemania del Oeste eran algunos de los países que visitaron al volante de su coche que habían apodado Porscheli, en homenaje a Porsche y a Lindner. Y esta otra de las proezas de los dos hermanos.

Porscheli Lindner Porsche 356 Alemania del Este

Aunque el muro de Berlín todavía no existía (sería para el 13 de agosto de 1961) y la RDA no era un país totalmente hermético o casi con el Oeste capitalista, como sí lo fue a partir de los años 60, tampoco era muy sencillo salir de la RDA. Así, con una matrícula falsa de Alemania del Oeste y un solo carnet de conducir para dos (ya que son mellizos) se mueven por toda Europa y pueden cruzar la frontera de la RDA.

Empieza la fabricación en serie con la ayuda de Porsche

Ese mismo año, el Porscheli es presentado en la feria de artesanía local “Dresdner Handwerkschau” ya que Lindner obtuvo la autorización de las autoridades de fabricarlo “en serie”. Los más pudientes del país y afines al régimen, como Miersch (poseía una fábrica de zapatos) que se compró tres, vieron la oportunidad de hacerse con el equivalente de un Porsche con el beneplácito del gobierno.

Lindner Coupe Porsche 356 Alemania del Este

En Alemania, que los Reimann visitan en julio de 1956, no pueden dejar de visitar la sede de Porsche, con la esperanza de poder ver a Ferry Porsche y presentarles su creación. Sin embargo, Ferry Porsche no está. Aún así, pueden visitar la fábrica y le dejan una carta. Los empleados de la fábrica hablan maravillas del Porscheli que vino del Este y Ferry Porsche decide entonces echar un cable a los hermanos Reimann.

En su carte a los Reimann, les informa que les envía una serie de recambios, como pistones y cilindros, del Porsche 356 para que pueden tener un motor a la altura de su carrocería. Pero deberán ellos mismo correr con los gastos de envío desde el concesionario Volkswagen de Eduard Winter en Berlín Oeste hasta su residencia.

Carta Ferry Porsche a los Reimann La carta que Ferry Porsche hace llegar a los hermanos Reimann informándoles que les ayudará en su proyecto.

Los chicos consiguen colar las piezas mecánicas en Alemania del Este como cualquier otro producto de contrabando. Y como lo consiguieron una vez, ellos y Lindner pensaron que podrían hacerlo otras veces. Y así fue. Los hermanos Reimann y Lindner llegaron a fabricar 13 unidades del Porscheli o Lindner Coupé, casi siempre sobre la base del Kübelwagen Typ 82. Y con la ayuda de Porsche, esos coches tenían un motor digno del modelo original. De todos modos, no todos los modelos eran exactamente iguales, debido a la escasez de todo. Por ejemplo, algunos tenían una carrocería de 1 mm de espesor...

Lindner Coupe Porsche Porscheli

Finalmente, la producción cesa en 1959. El régimen es cada más duro y ese tipo de actividad industrial está muy mal vista. En 1961, el gobierno cierra el país y erige el muro de Berlín. Los guardias en las fronteras, especialmente en Berlín, tienen orden de disparar a discreción si alguien intenta salir del país. Knut y Falk tienen algo más de suerte, pues la Stasi los detiene ese mismo año cuando intenta huir a Alemania occidental.

Pasaron tres años en un cárcel de Berlín. A su salida, Falk se fue a Hungría y Knut se quedó en Alemania. Su Porscheli les fue confiscado y nunca más se supo del coche. Se dice que uno de los pilotos de Melkus, un fabricante de deportivos de Dresde, se hizo con el coche y lo vendió por piezas.

Los Lindner Coupé y Porscheli en la actualidad

Lindner Coupe Porsche 356 Alemania del Este Porscheli 1954  Falk Reimann Alexander Diego Fritz y Falk Reimann junto al Porscheli casi restaurado al completo en 2016.

60 años más tarde, tres unidades han sobrevivido. Una de ellas es uno de los tres coches que compró Miersch, hay otro ejemplar de color blanco y el tercero, y quizá el más famoso, es el coche de demostración de Arno Lindner que era amarillo y negro. Este último fue comprado por 3.000 euros en 2011 por un abogado austriaco, Alexander Diego Fritz.

Fritz encargó el enorme trabajo de restauración a Absolut Classic, un taller de Budapest. Por suerte, Falk Reimann seguía viviendo en Budapest y supervisaría la restauración del coche que había creado con su hermano Knut. Si bien, Knut no pudo ver el trabajo terminado -falleció en 2013- Falk siguió ayudando. Y en 2016, el coche estaba prácticamente listo y ya circulaba. Sin embargo, Falk falleció en abril de 2016, cuando solo quedaban unos pocos detalles para completar la restauración del coche que había imaginado con su hermano.

Y esto son ocho millones de dólares en coches abandonados en un garaje

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Shelby Cobra 427 Barn Find

Encontrarte un coche clásico medio abandonado en un taller o una granja es uno de los sueños recurrentes de todo aficionado al motor y más aún para un fan de coches clásicos. Por supuesto, a veces es una pura cuestión de suerte, pero en la mayoría de los casos es un trabajo de investigación, cual detective privado. Y Tom Cotter uno de los mayores especialistas en “barn find”. Tanto es así que tiene una serie en Youtube, 'The Barn Find Hunter', donde nos enseña sus hallazgos.

Su último hallazgo, en un garaje de Carolina del Norte, es una serie de coches clásicos que no han visto la luz del día desde 1991. Entre ellos, un Morgan, un Triumph TR6 y sobre todo un Ferrari 275 GTB/2 así como un auténtico Shelby Cobra 427 de 1966.

Ferrari 275 GTB/2 barn find

Los coches, en bastante buen estado, no se han movido desde 1991. Ese año, el dueño decidió guardarlos en una de sus propiedades porque su amigo y mecánico de confianza falleció en un accidente de moto. Para él, ningún otro mecánico, estaba cualificado para poder trabajar en esos coches y por tanto, simplemente, los aparcó.

Obviamente, los coches están sucios y en el caso del Cobra parece ser que se ha convertido en una urbanización de lujo para ratas y ratones. Aún así, para Tom Cotter, bastaría una limpieza, batería, líquidos y neumáticos nuevos para poder salir y conducir estas joyas.

Tanto el Ferrari 275 GTB/2 como el Shelby Cobra 427, son modelos que se suelen rondar los tres millones de dólares en las subastas, superando a menudo esa cifra en el caso del Ferrari y más cerca de los dos millones en el caso del Cobra.

Hablamos de coches en perfecto estado. Sin embargo, quizá a modo de reacción frente a las restauraciones excesivas que abundan en el mercado y donde el coche está en mejores condiciones que cuando salió de fábrica -perdiendo por tanto gran parte de su autenticidad-, los coleccionistas prefieren últimamente coches en su jugo, sin restaurar.

Así, estos dos coches podrían superar el precio de mercado si saliesen a subasta. Aunque, el Cobra no llegue a los 13 millones de dólares del Cobra original.

Bonus track: el Pegaso Z102 en un garaje de Santa Bárbara

Uno de los hallazgos más alucinantes de Tom Cotter es el de un Pegaso Z-102 de 1952 carrozado por el francés Saoutchik que se encontró en el garaje de una casa de Santa Barbara. Se trata del coche número 35 de los 85 Pegaso que se llegaron a fabricar. Y aunque el coche está desmontado casi por completo, parece ser que no falta nada y pronto espera la restauración, a cargo de un especialista que ya restauró un Pegaso.

La historia del coche eléctrico en España: casi 120 años de investigación y prototipos

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Pegaso Z 601 2

No está del todo claro, en términos absolutos, cuál fue históricamente el primer vehículo eléctrico: se dice que en 1837 se presentó la locomotora eléctrica de Robert Davidson, con pila no recargable, aunque se puso a prueba en 1842 en la línea de ferrocarril de Edimburgo a Glasgow. Sin embargo, no se puede decir que fuera el primer automóvil eléctrico (pues dependía de unos raíles).

Se sabe también que en la misma década de 1830, entre el 32 y el 39, pues no hay consenso en una fecha exacta, Robert Anderson presentó un carruaje eléctrico de cuatro ruedas, también con pila no recargable. Este, por no depender de raíles, sí podría considerarse el primer automóvil eléctrico de la historia.

Británicos, franceses, norteamericanos... ¿y españoles?

Un poco después, en 1867, se presentó el ciclomotor eléctrico de Franz Kravogl, y más tarde, en 1881 se presentó el carruaje eléctrico de tres ruedas de Gustave Trouvé, que utilizaba un motor de Siemens y una batería ahora sí recargable.

El coche eléctrico quizás más famoso de la época fue La Jamais Contente, porque fue el primer automóvil en superar los 100 km/h, todo un hito para la época. Fue construido en Francia en 1899 y fue capaz de llegar a los 105,8 km/h.

Aunque Karl Benz creó el primer automóvil con motor de combustión interna entre finales de 1885 y 1886 (por cierto también de tres ruedas), el Benz Patent-Motorwagen, a finales del siglo XIX la electricidad estaba de moda. Múltiples firmas de la época como Charles Jeantaud, Louis Krieger o Charles Mildé, en Europa, y Baker, Detroit, Edison y Studebaker, en Estados Unidos, entre otros, construyeron diferentes automóviles eléctricos hasta principios del siglo XX.

La cuestión es: ¿no hubo ningún coche eléctrico firmado en España? Vamos a indagar un poco en la historia...

La Cuadra, 1899

La Cuadra Coche Electrico 1899 2

Resulta que a finales del siglo XIX, fruto de las exposiciones internacionales que se venían celebrando con lo último en tecnología, el empresario e ingeniero militar valenciano Emilio de la Cuadra Albiol, fundó en 1898 en Barcelona la Compañía General Española de Coches Automóviles Emilio de la Cuadra.

El importante matiz de esta empresa era que no pretendía construir automóviles con motor de combustión interna, sino con motor eléctrico, debido a la experiencia que había adquirido en este campo años atrás.

Así en de La Cuadra iniciaron tres prototipos: un camión, un coche y un ómnibus, los tres eléctricos. En 1899 construyó el coche eléctrico, con cuatro ruedas. Funcionó, pero su autonomía era de tan solo 4 o 5 km. Este se puede considerar el primer automóvil eléctrico español.

El prototipo de coche eléctrico de La Cuadra de 1899 funcionó durante unos 4 o 5 km

Después de este, contruyeron el ómnibus, o autobús, como decimos hoy en día. Fue el primer encargo comercial de la marca: debían fabricar la primera unidad para el Hotel Oriente de Las Ramblas, en Barcelona.

Este autobús eléctrico español estaba pensado para poder transportar a 20 personas y hasta 500 kg de equipaje, con una longitud total de 5,5 m, 2,2 m de ancho, 3,0 m de alto y casi 7 toneladas de peso.

Para moverlo se montaron 2 motores eléctricos de 15 kW de potencia cada uno, es decir, 40,8 CV en total. Los cálculos indicaban que con eso sería suficiente para moverlo a 20 km/h y ser capaz de subir pendientes de hasta el 12 %.

La Cuadra Omnibus 1900

Sin embargo la construcción no fue bien: resultó ser más complicado y caro de lo que esperaban, entre otras cosas porque la autonomía de las baterías se agotaba muy rápido, siendo el principal culpable el elevado peso del vehículo.

Preocupados por la autonomía, como complemento incorporaba también un grupo electrógeno y un motor de explosión para recargar las baterías de 450 Ah en marcha (es decir, era un híbrido en en serie).

Como el primer tipo de batería que pretendían utilizar no funcionaba, al final emplearon otras convencionales. Para 1900 terminaron de fabricarlo y decidieron probarlo durante su presentación oficial ante la prensa. Tristemente fue un fracaso: solo recorrió unos pocos metros tras salir de la fabrica, se paró y ya no fueron capaces de volver a arrancarlo.

En 1901 la marca fracasó, pero no se perdieron del todo sus esfuerzos: en 1902 José María Castro Fernández, uno de los principales acreedores de La Cuadra, creó la nueva compañía J. Castro, Sociedad en Comandita, Fábrica Hispano-Suiza de Automóviles, asumiendo al personal de la marca quebrada. Esta nueva compañía se volvió a arruinar poco después, pero sirvió de germen para que en 1904 naciera la marca Hispano-Suiza.

La marca Hispano-Suiza perduró hasta 1946, cuando pasó a integrarse dentro de la nueva compañía nacional ENASA, más conocida por la marca Pegaso.

Autarquía, 1943

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Sin poder tener automóviles eléctricos realmente funcionales, y alzándose triunfador del siglo XX el motor de combustión interna, fabricantes como Hispano-Suiza se centraron en construir automóviles de gasolina (y en menor medida gasóleo).

La interrupción que supuso la dura Guerra Civil española en la evolución tecnológica del país, tampoco ayudó a que España pudiera intentar liderar otras alternativas.

Sin embargo, después de la Guerra Civil, la situación en España era muy complicada: destruida, pobre y encerrada en sí misma, y rodeada además de una situación no menos difícil en Europa al término de la Segunda Guerra Mundial. En los años 40 los carburantes para automóviles escaseaban, eran muy caros y había que agudizar el ingenio.

Autarquia 3

A finales de 1942 el ingeniero militar Guillermo Menéndez de Aulestia consiguió que el Gobierno de España declarara de interés nacional la marca Autarquía, que oficialmente se fundó en enero de 1943 en la ciudad de Barcelona. La marca quería fabricar y vender exclusivamente vehículos eléctricos.

En el catálogo lo esencial era el chasis, con el motor eléctrico y las baterías, y se ofrecía una amplia variedad de carrocerías, según deseo del cliente: camiones con remolque abierto, camiones con remolque cerrado, autobuses, grúas, ambulancias, tractores con remolque... por supuesto siempre 100 % eléctricos.

Como rezaba en la publicidad de la época, este tipo de vehículos eran ideales para la ciudad, donde no contaminan, son menos ruidosos, su autonomía aunque reducida es suficiente, la velocidad que alcanzan es también suficiente, son más robustos, fiables y duraderos, requieren menos mantenimiento, su coste de uso es menor, los neumáticos duran más kilómetros...

Autarquia 40 Merece la pena reproducir íntegro un texto de la época, pues sigue siendo de lo más válido hoy en día

Se utilizaba un chasis de Ford, modificado y reforzado, con una cabina para tres personas revestida en simil de piel extrafuerte. Por cada lado del chasis se acoplaban las baterías, entre los dos ejes. Estas baterías eran de plomo-ácido y contaban con 44 o 48 elementos.

Las baterías podían ser blindadas, y entonces soportaban unos 400 ciclos de carga y descarga, o bien acorazadas, y en este caso la marca aseguraba que podían aguantar hasta 900 ciclos de carga y descarga.

La autonomía del camión era de unos 65 km, a una velocidad máxima de 30 km/h. El motor eléctrico bobinado en serie y con un rendimiento superior al 85 % tenía 6 CV de potencia fiscal. En el tablero de mandos el conductor contaba con un controlador con 5 marchas adelante, punto muerto, 3 marchas atrás y 2 de frenado eléctrico.

El camión de carga con remolque abierto podía llevar una carga de hasta 3 toneladas, mientras que el camión furgón con remolque cerrado se conformaba con 2,5 toneladas. El autobús tenía 30 plazas, su autonomía era de 60 km, pero su velocidad máxima era algo superior: 35 km/h.

Un camión eléctrico Autarquía se amortizaba en 10 años comparado con uno diésel (y su vida útil estimada era de 20 años)

Para intentar convencer a los compradores de lo interesante de elegir un vehículo eléctrico en lugar de uno de gasolina o gasóleo, la documentación comercial incluía también un estudio comparativo de costes y amortización: comparado con uno de gasolina, el camión eléctrico Autarquía, aunque inicialmente era más caro, se amortizaba en 5 años, y comparado con uno de gasóleo, en 10.

No está claro cuántas unidades se fabricaron, pero estos camiones y autobuses eléctricos se vendieron y se matricularon. En 1948 la empresa comenzó a decaer, en 1951 cesó su actividad, y en 1955 desapareció. Conviene citar que en 1951 Menéndez de Aulestia se fue a ENASA, como jefe de servicios eléctricos.

DAR, 1946

Dar 01

En aquella misma época de posguerra muchos conductores recurrían a los sistemas de gasógeno para salir del paso y hacer funcionar los vehículos (un gasógeno era un dispositivo que se añadía al coche, que gasificaba casi cualquier combustible sólido, como por ejemplo carbón o madera, y así el gas se podía utilizar en el motor de explosión).

Sin embargo en los años 40 un joven ingeniero industrial sevillano, a la postre doctor ingeniero, catedrático de Hidráulica y Motores Térmicos y vicedirector de la Escuela de Peritos industriales de Sevilla, Guillermo Francisco Domínguez-Adame Romero, pensó en otra alternativa: la electrificación. En Xataka os han contado ya su historia.

De esta manera primero transformó en coche eléctrico un FIAT 508 en 1943: entre otras modificaciones (como una suspensión neumática), le puso un motor eléctrico de 3 CV y una batería de 48 V y 150 Ah de capacidad.

Sin embargo este coche no funcionaba del todo bien, al conservar el sistema de embrague, la caja de velocidades, la transmisión y el diferencial. Es por esto que en 1946 decidió construir un coche completamente eléctrico desde cero, diseñado por él mismo, y que incluso pudo homologar y utilizar a diario: era el DAR SE-19935 (las siglas de sus apellidos y la matrícula).

Dar 2 El DAR al lado de un SEAT 600 (en 1958)

Lo dibujó en un día, aunque luego el coche construido difería de los primeros bocetos. Fue construido artesanalmente entre él mismo, su esposa, sus hijos y el tornero Antonio Herrero, entre el sótano de su casa y el taller de la Escuela de Peritos industriales de Sevilla.

El chasis era de acero tubular de 90 mm de diámetro. La carrocería era de chapa de acero de 1,25 mm cortada con tijeras a mano, sin madera alguna, soldada y pintada en negro (aunque con los años se quitó el techo de lona y se puso uno de chapa y se repintó en color más claro).

Múltiples componentes, como muelles, tornillos o manguetas procedían de tranvías. Contaba con suspensión independiente a las cuatro ruedas (telescópica en el eje delantero y de manivela la del eje posterior, todas con resortes helicoidales). Montaba frenos de tambor con accionamiento hidráulico. Las llantas eran de 16 pulgadas (de un Opel de la chatarra).

Los asientos estaban forrados al igual que todo el interior en cuerotex (una imitación de cuero acanalada) de color rojo inglés con guarnecidos en caobilla. El coche tenía 5 plazas, tres delante y dos detrás, además de dos maleteros, delante y detrás.

Solo tenía 4 CV de potencia, y no superaba los 50 km/h, pero la aceleración sorprendía para la época

También los motores eléctricos fueron construidos artesanalmente con ejes de acero, chapa magnética y carcasa de hierro de 20 mm de espesor curvada, soldada y torneada, con escudos de aluminio y rodamientos de bolas. Tenía dos de 60 V, y cada uno rendía 2 CV a un régimen de giro de más de 2.500 rpm. Mediante correas trapezoidales hacían girar las ruedas traseras del coche.

Contaba con cuatro baterías de plomo-ácido de 12 voltios (dos delante con 15 elementos y dos detrás con otros 15), para una capacidad total de 150 Ah y 48 V. Conseguía una autonomía de hasta 80 km, a una velocidad máxima de entre 40 y 50 km/h (dependiendo de la carga). En vacío pesaba 950 kg, de los cuales unos 350 kg eran las baterías.

Para que el coche funcionase se utilizada un controlador que constaba de una palanca por delante del volante que se accionaba pisando un pedal equivalente al embrague. Tenía marcha atrás, punto muerto, conexión en serie de los motores para su arranque y, por último en paralelo para circular.

Cuando las baterías se deterioraron, y en España la gasolina no era ya tan escasa ni cara, las sustituyó por un motor de gasolina y un grupo electrógeno para generar electricidad a bordo.

Pegaso eléctrico, 1952

Pegaso Z 601 2

Hemos citado antes a ENASA. Es la Empresa Nacional de Autocamiones, S.A., que surgió a partir de la nacionalización de Hispano-Suiza. Pegaso era la marca comercial. En 1990 se vendió a Iveco. De Pegaso era uno de los modelos quizás más conocido de camión de la posguerra, el Pegaso I de 1946 que coloquialmente se conocía como el mofletes.

En 1952 se presentó el Pegaso II eléctrico, modelo Z-601, con su particular parrilla casi ausente por completo (al año siguiete de que el ingeniero militar Guillermo Menéndez de Aulestia, el de los vehículos eléctricos Autarquía, se incorporase a ENASA). Es una pena, pero este modelo no pasó de ser un prototipo.

Los mofletes no eran muy potentes, con motor de gasolina rondaban los 110 CV. El Pegaso eléctrico lo era todavía menos: tenía tan solo 14 CV de potencia permanente, con un controlador de 5 velocidades hacia adelante, punto muerto e inversor (para la marcha atrás), con transmisión por cárdanes hasta el eje trasero, con limitación de par. Los frenos se accionaban por aire comprimido.

Es una lástima: el Pegaso II eléctrico (Z-601) no pasó de ser simplemente un prototipo

El bastidor era el de un Pegaso Diésel, con 3,80 m de distancia entre ejes y una longitud máxima de 7,07 m. Pesaba en vacío 9.170 kg. La culpa del sobrepeso la tenían las baterías de plomo-ácido que montaba por cada lado, entre los ejes, por debajo de la plataforma de carga.

En total tenían 48 elementos y una capacidad de 600 Ah (para que te hagas una idea, el pequeño BMW i3, coche eléctrico de algo menos de 4 metros de largo, con 300 km de autonomía homologada NEDC, tiene una batería con 94 Ah de capacidad).

Pegaso en su día anunciaba una duración garantizada de la batería de 900 ciclos de carga/descarga, y que el conductor contaba con un indicador de la capacidad real en todo momento, en Ah, tanto durante la conducción y descarga, como durante la recarga.

Como pesaba más que el diésel, la capacidad de carga útil se reducía a 6.000 kg. A pesar de la batería gigante, la autonomía no daba para mucho: unos 75 km, y además sin correr, ni poder hacerlo, pues la velocidad máxima a plena carga era de tan solo 28 km/h.

La comparación con el Pegaso Diésel (Z-203) resultaba un poco odiosa: con su motor de 6 cilindros y algo más de 9,3 litros, rendía 140 CV y tenía una autonomía de unos 555 km, pudiendo alcanzar los 70 km/h de velocidad máxima (nótese la diferencia, y por qué nunca llegó a comercializarse el eléctrico).

SEAT Toledo eléctrico olímpico, 1992

Seat Toledo Electrico Olimpico Barcelona 92

SEAT S.A., la Sociedad Española de Automóviles de Turismo, fue fundada por el Instituto Nacional de Industria en 1950. Era una empresa estatal como también lo era ENASA. Como acabamos de ver, ENASA, con su marca Pegaso, se dedicó principalmente a fabricar camiones y autobuses (con la excepción de algún que otro mítico deportivo), y SEAT se dedicaría a fabricar coches, inicialmente bajo licencia FIAT.

Los años fueron pasando y en 1986 el Grupo Volkswagen se hizo con el control de la compañía. En 1991 se presentó en el Salón del automóvil de Barcelona el SEAT Toledo, un turismo con carrocería berlina de tres volúmenes y portón de maletero, de segmento C, construido sobre la plataforma del Volkswagen Golf de segunda generación (que utilizaba también el Jetta), y diseñado por Giorgetto Giugiaro.

El SEAT Toledo eléctrico Olímpico solo se utilizó para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 1992, no se fabricaron más unidades

Un hecho histórico para España coincidió con el lanzamiento del nuevo SEAT Toledo: en 1986 la ciudad de Barcelona, siendo alcalde Pasqual Maragall, con la participación, colaboración e ilusión de las administraciones local, autonómica y estatal, así como de la sociedad, con miles de voluntarios, consiguió ser sede de los Juegos Olímpicos de 1992.

SEAT, que también era uno de los patrocinadores de la Olimpiada de Barcelona, recibió el encargo de fabricar un coche de cero emisiones que acompañara a los relevistas que portarían las antorchas con la llama olímpica hasta el Estadio Olímpico de Barcelona, y también a los atletas de la prueba del Maratón. Así se transformó el novísimo SEAT Toledo de 1991 en eléctrico. En julio del año pasado el modelo cumplió 25 años, y así lo recordamos en Motorpasión.

El SEAT Toledo eléctrico olímpico era una versión GLX de color blanco, con varios vinilos con el logotipo de los juegos olímpicos de Barcelona, y un motor eléctrico de corriente continua de potencia muy modesta, tan solo 15 kW (20,4 CV). Como mucho alcanzaba los 100 km/h (con cierta dificultad, y sin prisas, todo sea dicho de paso).

Seat Toledo Electrico Olimpico Barcelona 92 Baterias

Aunque montaba casi 500 kg de baterías de plomo-ácido en la parte trasera, bajo los asientos y parte del mateletero, su autonomía tampoco era nada del otro mundo: 65 km, y eso que ya contaba con recuperación de la energía en la frenada.

Las baterías disponían de un sistema de refrigeración líquida, y el cable de recarga, con un conector doméstico tipo Schuko de 16 A, se ocultaba detrás de la calandra frontal, que para la ocasión era abatible.

Para aquellos que dicen que los coches eléctricos no han evolucionado os vamos a dar un dato: hoy en día con unos 300 kg de baterías se consiguen unos 60 kWh de capacidad, para una autonomía de hasta 520 km en un coche de tamaño medio como el Toledo (homologados en el ciclo NEDC, condenado ya a desaparecer, sustituido por el ciclo WLTP).

Mondragón CityCar, 2010

Mondragon Citycar

En el año 2010 la Corporación Mondragón del País Vasco presentó un proyecto de coche eléctrico pequeño, de 2,9 m de largo, con 4 plazas, una autonomía de unos 80 km y una velocidad máxima de 105 km/h, pensado para entornos urbanos. Se conocía como CityCar.

La intención era ponerlo a la venta entre el año 2015 y el año 2018 por un precio de unos 12.000 euros, sin incluir la batería (suponemos por la que se pagaría una cuota mensual de alquiler, al estilo de Renault).

Por ahora no hemos vuelto a saber nada más sobre este pequeño utilitario eléctrico, que parece está durmiendo el sueño de los justos, y no tiene pinta de que vaya a despertarse.

Hiriko Fold, 2012

Hiriko Fold 01

En 2012 conocimos con cierta ilusión el Hiriko Fold (yo mismo os hablé de él). Era un pequeño coche eléctrico de dos plazas, dirección a las cuatro ruedas y 120 km de autonomía, pensado sobre todo para ser utilizado por la ciudad, y que tenía una característica que lo hacía bastante especial: era plegable, de modo que el eje posterior se abatía hacia el centro del coche, y este acortaba su longitud total, a la par que se elevaba.

Así podía aparcar y maniobrar en menos espacio. Desplegado no era muy largo, tan solo 2,63 m, pero plegado era todavía más pequeño: 2,00 m, ni más, ni menos. El Hiriko Fold, inevitablemente, recordaba al prototipo Renault Zoom, también biplaza, también eléctrico, y también plegable, que Renault y Matra presentaron en 1992 en el Salón del automóvil de París.

Hiriko Fold era una idea de 2003 del MIT para un sistema de movilidad urbana, inspirada en el prototipo Renault Zoom de 1992

El proyecto Hiriko resultó de la colaboración del MIT (el Instituto Tecnológico de Massachusetts), que llevaba desde 2003 desarrollando un proyecto de coche urbano (MIT CityCar), con varios organismos vascos: AFYPAIDA (Asociación para el Fomento y Promoción de Actividades Industriales y Deportivas de Álava) y DENOKINN (Centro vasco para la Innovación, Emprendizaje y Desarrollo de Nuevos Negocios), junto con la escudería Epsylon Euskadi (ahora Epic Racing).

El proyecto fue cofinanciado por el Gobierno de España (Ministerio de Ciencia e Innovación) y por el Gobierno del País Vasco, con unos 17 millones de euros, con el apoyo de la Comisión Europea.

Hiriko Fold 02

La idea no era solo desarrollar el coche, sino un servicio de movilidad urbana tipo car sharing, junto a la infraestructura de recarga necesaria. El coche se concibió como un sistema de elementos modulares, que se fabricaban de manera separada y luego se montaban fácilmente. El proyecto también pensaba en el futuro, pues al ser modular, cada elemento podía actualizarse sin problemas cuando fuera necesario, sin tener que alterar el vehículo.

Diferentes empresas del País Vasco participaron en la fabricación de los diferentes módulos. Podemos citar por ejemplo: Maser Mic en la parte electrónica del vehículo, Cegasa en las baterías, Sapa Placencia en las robo-ruedas y los sistemas de conducción, Basque Robot Wheels, una nueva empresa creada específicamente, también en las robo-ruedas, Megatech en el plástico de la carrocería, Guardian en los cristales y Forging Products en la estructura.

Según nos contaban entonces, la intención era empezar a vender el coche en 2013 por unos 12.500 euros más IVA, con las baterías en alquiler. Sin embargo en 2013 el consorcio Hiriko anunció que tenía problemas económicos y que necesitaría más dinero para seguir adelante.

El asunto fue de mal en peor. Solo se construyeron dos unidades de prueba, que ni siquiera funcionaban del todo bien (con humedad directamente no funcionaban), y no se llegó a vender ninguno.

El Hiriko Fold al final se quedó tan solo en una ilusión (y en un desastre de mala gestión, o algo peor)

De hecho la fiscalía acusó al consorcio por múltiples irregularidades: se montó un entramado de sociedades diseñadas para que los promotores obtuvieran beneficios si el proyecto funcionaba, pero para que las Administraciones que lo financiaron no recuperaran los fondos invertidos si el proyecto fracasaba, empresas pantalla, subcontras sin trabajadores, duplicidad de pagos, alquileres de edificios inflados... y un largo etcétera.

En diciembre de 2017 supimos que el juzgado de lo mercantil de Vitoria considera a los responsables de Hiriko, Jesús Pancracio Echave, José Luis Bengoechea, Fernando Achaerandio e Iñigo Antia, de AFYPAIDA, culpables de la quiebra de la empresa.

Volar-e, 2013

Volar E 01

También en el año 2012 conocimos otro proyecto ilusionante con origen España: esta vez el de un superdeportivo eléctrico que se desarrollaría en Cataluña, fruto de un concurso realizado por la Comisión Europea, que lo financiaría. El ganador de ese concurso fue Applus+ Idiada, y tenía que desarrollarlo como vehículo de demostración de lo más avanzado en tecnología eléctrica. Fue el Volar-e.

Unos meses después, ya en 2013, el superdeportivo se presentó. Primero se dieron a conocer su datos técnicos: 1.088 CV de potencia (800 kW), 6.000 Nm de par, aceleración de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y 300 km/h de velocidad punta. Ojo porque además podía acelerar de 0 a 300 km/h en 12,1 segundos.

Contaba con cuatro motores eléctricos, dos en cada eje. El bastidor del coche era tubular de acero al cromo-molibdeno y la carrocería de fibra de carbono. La distancia entre ejes era de 2,77 m. Contaba con unas baterías de iones de litio y fostato de hierro con una capacidad de 38 kWh, que se podían recargar a 140 kW de potencia en solo 15 minutos.

El Volar-e fue otro coche eléctrico que se mostró, pero nada más

Para 2018 una capacidad de baterías de 38 kWh no es demasiado, pues ya tenemos coches de producción en serie de 35, 40, 60 kWh e incluso más, pero en su día era una cifra decente, pues los coches eléctricos de calle "normales" del momento venían a tener entre 16 y 24 kWh de capacidad (como el Mitsubishi i-MiEV o el Nissan LEAF, por ejemplo).

Lo extraño de aquel prototipo de demostración es que muchas características eran idénticas a las del Rimac Concept_One de un pequeño constructor croata. Según parece se basaron en el Rimac como punto de partida, compartían ciertos elementos, pero no eran iguales.

La pena es que, otra vez más, este coche eléctrico medioespañol se quedó tan solo en un prototipo, y no se convirtió en un coche que se pusiese a la venta.

Proyectos universitarios

Upm Racing Electrico

A tenor de todos estos ejemplos de la historia del coche eléctrico en España, no parece que nos haya ido muy bien: hemos intentando desarrollar diferentes modelos, pero al final solo han sido proyectos fallidos o muy pocas unidades, que se cuentan con los dedos de una mano, y que no se convirtieron en coches reales a la venta.

Los datos de ACEA, la Asociación de fabricantes de automóviles europeos, parecen indicar que España no suele liderar el campo de la innovación: en la industria del automóvil, España ni aparece como tal en el ranking de patentes de automóvil concedidas en 2016 (que lideran por ejemplo Alemania, Japón, Francia y EEUU).

Es una pena que suceda esto, sobre todo cuando España es el segundo fabricante de automóviles de Europa y octavo del mundo.

España es el segundo fabricante de automóviles de Europa, y octavo del mundo

Pero tampoco hay que dejarse llevar por el pesimismo: hay esperanza. En diferentes universidades españolas se está trabajando para formar a futuros ingenieros del automóvil, y también expertos en los nuevos vehículos eléctricos que conquistarán el siglo XXI.

Así podemos recordar diferentes proyectos universitarios prácticos, donde los estudiantes diseñan y construyen monoplazas eléctricos para competir a nivel nacional e internacional, como por ejemplo el ZEMIC de la Universidad de La Rioja de 2011, o el Fórmula Student eléctrico de 2013 de la Universidad del País Vasco.

Incluso más allá de las carreras universitarias de ingeniería mecánica, eléctrica, aeronáutica o diseño, también podemos encontrar ya másteres universitarios especializados en coches híbridos y eléctricos, como por ejemplo el de la Universidad Politécnica de Madrid.

Así, don José María López Martínez, doctor ingenierio industrial y director del INSIA, el Instituto universitario de investigación del automóvil de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), y director también de ese máster, nos ha recordado como ya desde el año 2003 existe el proyecto UPMRACING, consistente en el diseño, fabricación y competición de un monoplaza, desarrollado por más de 40 alumnos de la UPM, diseñado tanto con propulsión de combustión como eléctrica, que continúa compitiendo en Alemania e Inglaterra.

Pero además a nivel vehículo industrial, también se han realizado con buenos resultados proyectos de autobuses urbanos y camiones para recogida de residuos sólidos urbanos, tanto eléctricos como híbridos enchufables.

Autobuses eléctricos e híbridos enchufables: Irizar y Vectia

Irizar I2e 11

Sin ir más lejos, podemos citar los autobuses eléctricos Irizar i2e que conocimos en 2014. El i2e s un autobús urbano 100% eléctrico con 230 kW de potencia (313 CV), y una combinación de baterías y condensadores para una capacidad total de 376 kWh, que le permiten tener una autonomía de entre 200 y 250 km, para entre 14 y 16 horas de conducción urbana. Autobuses Irizar como este se utilizan en ciudades como San Sebastián, Barcelona y Madrid.

Irizar no es el único fabricante. Vectia, fabricante navarro de autobuses, que forma parte del grupo CAF (trenes y ferrocarriles), también fabrica y comercializa autobuses híbridos, híbridos enchufables y eléctricos, como el modelo Veris.

De hecho tienen un concepto interesante, el de autobús evolucionable: un ayuntamiento puede comprar un autobús urbano híbrido enchufable hoy, al que dentro de unos años se le puede cambiar la batería por una con mayor capacidad, o incluso transformar en 100 % eléctrico.

Vehículos eléctricos que se fabrican actualmente en España

Nissan E Nv200 Evalia

Quizás España no lidere el sector del automóvil eléctrico por número de patentes, pero sí que fabrica múltiples vehículos eléctricos de todo tipo. A parte de los autobuses eléctricos de Irizar y Vectia ya comentados, en España se fabrican:

Ya solo nos falta fabricar el Tesla Roadster...

Gracias a Aldara por la sugerencia.

Imágenes | Peprovira (Wikimedia CC)
En Motorpasión | Historia de los coches eléctricos


800 CV y 50 litros de cilindrada para 200 km/h. Así eran los trenes Bugatti

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Automotor Bugatti Tren

En su etapa más reciente como en sus inicios, Bugatti siempre fue sinónimo de lujo, prestigio y potencia. Pero al igual que muchos otras compañías, hubo un momento en su historia que para sobrevivir tuvo que dedicarse a otra cosa de que no fueran los automóviles de lujo. En el caso de Bugatti, la necesidad le llevo a desarrollar y fabricar trenes: los Automotores Bugatti WR y WL.

Peor Bugatti siendo el fabricante de prestigio y con varias victorias en Le Mans no podía hacer un tren cualquiera. Respetando el pliego de condiciones de la administración ferroviaria francesa y sin que se lo pidiesen, se permitió el lujo de crear algunos de los trenes más rápidos de la época. De cierto modo, los automotores Bugatti son los precursores de los trenes de alta velocidad actuales.

Bugatti Type 41 Royale Coupe De Ville By Binder Bugatti Type 41 Royale Coupé De Ville

En 1927, Ettore Bugatti comienza el desarrollo de un nuevo modelo, el Type 41 “Royale”. Éste deber ser el mejor automóvil del mundo. El Bugatti Type 41 “Royale” equipa bajo su interminable capó un enorme 8 cilindros en línea de 12,7 litros de cilindrada que desarrolla 200 CV. A finales de los años 20, es un motor tan bestia como lo es en la actualidad el W16 de 8 litros del Bugatti Chiron.

Sin embargo, la terrible crisis de 1929 le confirman sus temores a Ettore Bugatti: habida cuenta del desorbitado precio del coche, nunca podrá fabricar las 25 unidades que tenía previstas. Al mismo tiempo, la producción del resto de la gama, los Type 46 y Type 50, caía en picado a partir de 1930. Ettore Bugatti se vio entonces frente a dos problemas.

Un motor noble para un tren

Automotor Bugatti

El primero era qué hacer con el stock de motores 8 cilindros del Bugatti Royale. Había vendido siete unidades del Royale hasta 1931, pero tenía todavía más de una decena de motores. El segundo, más preocupante, era cómo podía mantener en marcha la fábrica y dar trabajo a sus 600 empleados.

En la misma época, la administración de ferrocariles franceses que centraliza y organiza las diferentes concesiones (los ferrocarriles eran un poco como las autopistas hoy en día, con unas líneas operadas por concesionarias en función de la región), necesita nuevos trenes para sus líneas de tráfico ligero. La administración necesitaba para esas líneas de medio alcance trenes rápidos, de un coste de mantenimiento bajo y con motores de combustión interna en lugar de las locomotoras de vapor.

Bugatti tren

Ettore Bugatti sabía que su motor de 8 cilindros podría servir para el ferrocarril ya que los 200 CV de potencia máxima se obtenían a tan sólo 1.700 rpm. Bugatti, así como Renault y Michelin se presentan al concurso. Todos obtendrían un contrato, pero Michelin se llevaría la mayor parte del mercado.

El Automotor Bugatti se haría realidad cuando a Ettore Bugatti le presentan Raul Dautry, el jefe de los ferrocarriles estatales galos, en 1932. Ettore supo venderle su idea y Dautry encarga la fabricación de un prototipo. En 1933, el prototipo está listo. Se trata del Automotor WR Bugatti (WR por Wagon Rapide, que no necesita traducción).

Bugatti tren planos

Entre finales de 1932 y la primavera de 1933, Ettore Bugatti y su equipo habían diseñado e imaginado la industrialización de este tren en la fábrica de Molsheim, pero no habían reparado en un detalle: las vías de tren todavía no llegaban hasta su factoría. Así, el primer prototipo salió de fábrica y llegó a la red ferroviaria tirado a mano sobre 2 km de raíles provisionales.

De tren regional a precursor del tren de alta velocidad

Bugatti tren record

El diseño del Automotor WR Bugatti es de lo más innovador para los años 30. Para la propulsión utiliza cuatro motores 8 cilindros de Bugatti Royale, que ofrecen una potencia total de 800 CV (y una cilindrada cumulada de más de 50 litros...). Los propulsores están situados en el centro del tren. Y encima de ellos: el puesto de conducción. Sí, es la extraña cúpula que se sobresale.

La línea general del Automotor Bugatti sorprende por su aerodinamismo. Ha sido diseñado para que el flujo de aire pase por encima del tren (y no a los lados como en la locomotoras de vapor) lo que le asegura una mayor estabilidad que el resto de trenes a pesar de su ligereza frente a un vapor.

Bugatti T32 Tank El Bugatti Type 32 en el Gran Premio de Tours de 1923.

Es uno de los primeros trenes aerodinámicos de la historia y su forma recuerda un poco a la del Bugatti Type 32 aerodinámico cuya carrocería era un perfil de ala. Aunque la intuición de Ettore era buena, el coche no generaba apoyo, sino todo lo contrario (tendría que haber sido un ala invertida).

En 1933, las primeras pruebas con el prototipo comienzan. En la región de Le Mans (cosas del azar) el Automotor WR Bugatti alcanza los 172 km/h. Para aquel entonces es todo un récord. Más tarde, alcanzaría los 192 km/h. Y aunque no consiguió su objetivo de los 200 km/h, el automotor ofrecía una velocidad de explotación comercial de entre 130 y 140 km/h.

Tren Automotor Bugatti

En los años 30, era como hoy en día un AVE. Y así fue. Los primeros automotores entraron en servicio ese mismo verano de 1933 y aunque inicialmente previsto para recorridos de media distancia en líneas de poco tráfico, el Automotor Bugatti se utilizó para unir diferentes ciudades de manera rápida.

Autorail Bugatti Plm Vichy Automotor Bugatti de la PLM (Compagnie des Chemins de fer de Paris à Lyon et à la Méditerranée) en la estación de Vichy.

Fue utilizado sobre todo en el oeste y norte de Francia, para unir los puertos de trasatlánticos de Cherbourg y Le Havre a París, por ejemplo, o bien en el este, para unir París a Lyon. En esas líneas, sin embargo, no todos eran Automotores WR de 800 CV. El consumo de esos cuatro bloques de 8 cilindros era épico y pronto, la administración y las concesionarias pidieron una versión menos costosa. Así nació el Automotor WL Bugatti (WL por Wagon Ligero) animado por dos 8 cilindros de Bugatti “Royale” para una potencia total de 400 CV.

Bugatti tren

Aún así, los costes para las compañías eran elevados. Aunque con tan sólo dos motores, el consumo era elevado. Además, cada motor necesitaba una revisión cada 90.000 km en la factoría Bugatti. Algo que también ocurría con los frenos, potentes pero muy solicitados y que requerían un mantenimiento con intervalos muy cortos. Y para colmo, los Bugatti no eran motores particularmente fiables.

Del prestigio al olvido

Bugatti tren El Automotor WL Bugatti abandonado en 1977.

En 1939, con la Segunda Guerra Mundial, los Automotores Bugatti dejan de circular y no vuelven al servicio hasta finales de 1945. Los Automotores WR de 800 CV dejan el servicio progresivamente entre 1952 y 1953, mientras que los WL de 400 CV siguieron dando servicio hasta 1958. Un único Automotor Bugatti se mantuvo en servicio hasta 1972 como vehículo de pruebas para comprobar el buen funcionamiento de las señales de tráfico y su mantenimiento.

Bugatti tren El Automotor Bugatti expuesto en el museo del tren de Mulhouse.

En total, se fabricaron 88 unidades del Automotor Bugatti en diferentes configuraciones, aunque la mayoría de los automotores fueron de tipo WL de 400 CV (56 unidades). Algunos automotores WR eran dobles o triples, mientras que los WL se repartían por igual entre versiones largas y extralargas. También hubo cinco vagones sin motor que servían para completar la composición de algunos convoyes.

En la actualidad, solo ha sobrevivido una unidad, expuesta en el museo ferroviario “La Cité du Train” de Mulhouse, en Alsacia. Hasta 1977, había una unidad abandona en la estación de Lodève, hasta que estación y Automotor desaparecieron para dejar paso a una autopista.

Bugatti Type 41 Royale Esders Roadster El Bugatti Type 41 Royale "Esders" Roadster. Junto al coche, Jean Bugatti, hijo de Ettore Bugatti. La réplica de este coche es hoy una de las joyas de la colección Schlumpf y equipa un 8 cilindros recuperado de un tren Automotor Bugatti.

Curiosamente, un motor de Automotor Bugatti sirvió para animar la réplica del Bugatti 41.111 (el famoso roadster Type 41 sin faros porque su dueño no quería ni pensaba conducir de noche) fabricada por el Museo Schlumpf y que se puede ver en la “Cité de l'Automobile” en Mulhouse.

De los telares a los automóviles: así nació el Suzulight, el primer coche de Suzuki

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Suzulight 3

Cuando Michio Suzuki cosechaba algodón a finales del siglo XIX, es probable que no imaginara lo que cosecharía al cabo de unas décadas. A partir del innovador diseño de un telar, Suzuki llegó a fundar la compañía Suzuki Loom Manufacturing en octubre de 1909. 28 años después fabricó su primer automóvil, un prototipo con un motor de cuatro cilindros refrigerado, revolucionario para su época.

En 1954 nacería Suzuki Motor Corporation Limited, y con ella el primer automóvil de la marca japonesa: el Suzuki Light, un compacto de 16 CV que viajó a través de la región montañosa de Hakone entre Hamamatsu y Tokio cuando no existían los caminos pavimentados.

De un telar de madera y hierro a la esfera automotriz

Suzuki

Nacido en una aldea en la región de Enshu, Japón, el 18 de febrero de 1887, el joven Suzuki creció recogiendo algodón y más tarde trabajó como aprendiz en una fábrica de telares. A medida que la energía eléctrica se democratizaba, aumentaba la demanda de telares y Suzuki decidió emprender, con 21 años, su propio negocio a partir de un telar de madera y hierro que permitía tejer 10 veces más rápido.

Estableció entonces, en 1909, la Suzuki Loom Manufacturing, que gozó de un gran éxito internacional. La tenacidad de Suzuki le hizo emprender otro camino al darse cuenta en 1937 de que la gente necesitaba un automóvil pequeño y asequible, y se puso manos a la obra.

Fabricó un prototipo con un motor de cuatro cilindros refrigerado de 800 cc, revolucionario para su época. Tenía un cárter y una caja de cambios de aluminio fundido y generaba 13 CV (9,7 kW).

Como pasaría con cada esfera, la Segunda Guerra Mundial paralizó sus planes, pero en la posguerra Suzuki encontró respuesta a las necesidades de la población. Una motocicleta motorizada llamada 'the Power Free' de la que llegó a producir 6.000 unidades al mes.

Corría el año 1954 cuando se cambió el nombre de la compañía a Suzuki Motor Corporation.

Llega el Suzulight, inspirado en un Austin 7

Suzuki Suzulight 01 Mytho88

El primer automóvil fabricado en serie de la marca japonesa se desarrollaría por Michio Suzuki y su yerno Shunzo, quien dirigió el equipo de ingeniería, formado por jóvenes de alrededor de 20 años. Siguiendo el lema principal de Suzuki 'Yaranaika' (traducido como "Hagámoslo"), Shunzo se inspiró en un Austin 7 (el número hace referencia a la potencia fiscal del primer modelo), un utilitario desarrollado en Reino Unido entre 1922 y 1939.

austin7 Austin 7 o Austin Seven. Fuente: Wikipedia/Mytho88.

El Suzulight se diseñó para ser fácil de conducir; pesaba menos de 500 kg y estaba impulsado por un motor de dos tiempos de dos cilindros y 360 cc, y con 16 CV de potencia. Sus medidas -2.990 mm de largo, 1.295 mm de ancho y 1.400 mm de alto- cumplieron con la legislación japonesa y comenzaron las pruebas.

Suzulight 1

Todavía como prototipo, el Suzulight recorrió largo viaje a través de la región montañosa de Hakone entre Hamamatsu y Tokio, algo que resultó ser un desafío en una época en la que aún no existían caminos pavimentados.

Suzukilight 2

El equipo recibió la aprobación del gobierno y en octubre de 1955 Shunzo hizo sus primeras dos entregas a médicos que utilizarían el pequeño vehículo para sus rondas diarias. La producción inicial fue de 3-4 automóviles por mes, pero a principios de 1956 el volumen mensual había crecido hasta las 30 unidades.

Shunzo Suzuki se convirtió en 1957 en el segundo presidente de Suzuki Motor, mientras que Michio Suzuki murió en 1982 a los 95 años, tras una larga y fructuosa vida.

Así era Sunshine Special, el primer coche del presidente "con personalidad propia"

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Sunshine Special Franklin Delano Roosevelt

El Sunshine Special, el coche presidencial de Franklin Delano Roosevelt (1882-1945), no pasará a la historia por haber sido simplemente el vehículo del 32º presidente de los Estados Unidos de Norteamérica. De hecho, antes de poseer aquel Lincoln, Roosevelt tuvo un Ford Phaeton como vehículo oficial.

Sin embargo, el Sunshine Special se convirtió en lo que los medios de la época denominaron "el primer coche del presidente con personalidad propia". Una personalidad que ganó a marchas forzadas en un taller pocos meses después de que las bombas cayeran por primera vez sobre una base militar estadounidense.

Ford Model 48 Deluxe Phaeton 1935 Ford Model 48 Deluxe Phaeton 1935

En 1936, Franklin D. Roosevelt adquirió un Ford Phaeton que cuentan que mantuvo e incluso condujo por sí mismo hasta que el Servicio Secreto hizo valer una directiva en función de la cual se prohíbía a los presidentes de los Estados Unidos sentarse al volante de un vehículo en vías abiertas al tráfico.

Ya en 1939, Roosevelt comenzó a utilizar el Sunshine Special. La base para aquel coche del presidente era un Lincoln K Convertible que poseía un potente motor V12 de 6.784 cc capaz de entregar un máximo de 152 CV.

Era descapotable, lo que permitiría a Franklin Delano Roosevelt mantener el contacto con las masas sin utilizar la silla de ruedas que necesitaba para hacer frente a la paraplejia que con el tiempo le supuso la poliomelitis que había contraído en 1921.

De ahí, el sobrenombre de Sunshine Special: un vehículo especial con el que Roosevelt podía moverse entre la gente bajo la radiante luz del sol.

Lincoln K Convertible Victoria 1937 Lincoln K Convertible Victoria 1937

En aquella época el precio del Lincoln K de serie era de 8.348,74 dólares, lo que hoy equivaldría a casi 125.000 euros. Brunn & Company fue la firma que se encargó de las transformaciones necesarias para que aquel Lincoln se convirtiera en el coche que quería el Servicio Secreto para su presidente.

Todo, por un coste adicional de 4.950 dólares, que hoy supondrían añadir unos 74.000 euros más a la factura. En total, casi 200.000 euros de coche preparado en Buffalo (Nueva York) para ser el vehículo presidencial más seguro de la época.

Pearl Harbor y la protección del Presidente

Ataque Pearl Harbor 1941 Inicio del ataque japonés a Pearl Harbor, en una fotografía tomada desde uno de los aviones. Ministerio de la Armada de Japón, 1941.

El Sunshine Special tenía una distancia entre ejes de 4,10 metros, espacio para nada menos que 10 ocupantes, puertas traseras de apertura invertida, o suicidas, dos ruedas de repuesto montadas en los laterales, y estribos laterales que servían para que los agentes encargados de la protección del Presidente pudieran viajar de pie realizando su función de vigilancia y escolta.

Para llegar hasta ese resultado, Brunn & Company tuvo que realizarle dos operaciones: una en 1941 y otra en 1942. En su primer paso por el talles, el vehículo vio reducida su altura en 76 milímetros, nada importante, que se atribuye a una cuestión meramente estética.

Unos meses más tarde, sin embargo, todo cambió. El ataque aéreo de la Armada Imperial Japonesa contra la base naval estadounidense de Pearl Harbor, en Hawái, durante la mañana del 7 de diciembre de 1941, motivó que Estados Unidos entrase en la Segunda Guerra Mundial... y que se incrementaran las medidas de seguridad alrededor del presidente del país norteamericano.

Lincoln Sunshine Special

En 1942, por lo tanto, el Sunshine Special volvió a ser trasladado a los talleres de Brunn & Company, y allí se procedió a elongar el vehículo en 1,8 metros, y se equipó con montones de mejoras dirigidas de forma obsesiva a proteger al principal ocupante del coche presidencial. Tras su paso por el taller, el Sunshine Special marcaba en la báscula una masa de 4.218 kg.

Entre los elementos que hicieron del Lincoln K Convertible el Sunshine Special estaban las puertas blindadas, los cristales antibalas de 25 milímetros de grosor, los neumáticos con cámaras revestidas de metal, un radiotransmisor, una sirena, un juego de luces rojas para el frontal del vehículo y hasta un armario para guardar pistolas y ametralladoras.

Y así fue como el Sunshine Special se convirtió en el primer coche equipado conforme a las especificaciones decretadas por el Servicio Secreto de los Estados Unidos de Norteamérica.

Roosevelt Casablanca 1943 Roosevelt en Casablanca, 1943. Biblioteca del Congreso, Estados Unidos.

Todo parece indicar que el Sunshine Special fue el coche que utilizó Roosevelt únicamente en sus desplazamientos por las ciudades de Estados Unidos. Los trayectos más largos se realizaban llevando el coche en un tren acondicionado para ese fin.

Fuera de Norteamérica, no parece que Roosevelt utilizara su descapotable especial. Los documentos de la época muestran al presidente fuera de su país viajando en Jeep, pero nunca en el Sunshine Special, algo que, por otra parte, habría sido ciertamente poco práctico, en tiempos de guerra.

Lincoln Sunshine Special Truman Sunshine Special, utilizado por el presidente Harry S. Truman, que sucedió a Roosevelt en el cargo.

El vehículo presidencial quedó al servicio de la Casa Blanca más allá de la muerte de Roosevelt, que sobrevino el 12 de abril de 1945. Harry S. Truman mantuvo el Sunshine Special hasta que en 1948, coincidiendo con su reelección, procedió a renovar la flota por nuevos modelos Lincoln.

El Sunshine Special se puede ver actualmente en la exposición permanente del Museo Henry Ford, en Dearborn (Michigan).

Foto Franklin D. Roosevelt | FDR Presidential Library & Museum

¡Felicidades, Citroën 2CV y Méhari! Dos clásicos que cumplen años y nos llenan de nostalgia

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Citroen 2CV y Citroen Mehari, aniversario

Recién estrenado 2018, toca echar la vista atrás: este año celebran aniversario dos modelos icónicos para la historia del automóvil en general y para la de Citroën el particular: el 2CV y el Méhari. Ambos serán protagonistas en el Salón Rétromobile 2018, que abre sus puertas el 7 de febrero. Celebramos su cumpleaños recordando un poco su historia.

Siempre recordaré el Citroën 2CV de mi abuelo, con su palanca de cambios integrada en el salpicadero y su asiento corrido en el que me sentaba mientras mis pies no llegaban al suelo. Me encantaba subirme a ese coche. Ahora que el 2CV cumple 70 años ese primer recuerdo aflora para recordarme que los coches de hoy no son como los de antes...

El Citroën 2CV, un coche de los que ya no quedan, cumple 70 años

Citroen 2CV

Los coches de ahora no son como los de antaño porque en la actualidad se arriesga poco y se apuesta sólo sobre seguro. ¿Que los SUV funcionan? Pues hagamos toda nuestra gama SUV. Nada que ver a ese momento en el Salón de París de 1948 en el que el Citroën 2CV era presentado al mundo.

El primer Citroén 2CV apostaba por un diseño original donde imperaban las formas redondeadas. Además equipaba tecnologías revolucionarias en aquel entonces como la tracción delantera, la suspensión flexible de largo recorrido o el motor de dos cilindros refrigerado por aire. Sencillez, ligereza, confort o versatilidad eran varias de sus máximas.

348 1961 Citroen 2 Cv Sahara

Y a pesar de alguna mirada con sorna durante aquel Salón de París ante una apuesta que consideraban arriesgada, el Citroën 2CV se convirtió en todo un éxito: familias, jóvenes, agricultores... fue el coche de muchos durante sus 42 años de existencia, registrando 5,1 millones de unidades vendidas.

A día de hoy es objeto de deseo entre coleccionistas, los hay que lo han restaurado sustituyendo su motor por corazones V8, ya sean de Chevrolet o Ferrari, y cuenta con su convención bianual de fans desde 1975.

TPV, el germen del 2CV

Citroen 2cv

El proyecto TPV nació en 1936 y sus siglas son el acrónimo de "Toute Petite Voiture" que se traduce como "todos los autos pequeños". El objetivo de este proyecto era crear un automóvil para todo el mundo, en una época la que el automóvil era considerado un producto de lujo.

Desde coche familiar para las clases populares hasta vehículo agrícola para el trabajo del día, el objetivo era claro: "transportar a cuatro personas y cincuenta kilos de patatas o un barril, a una velocidad máxima de 60 km/h”. Sobre esta máxima nació el TPV, aunque su estreno se vio truncado.

El Citroën TPV escogió mal año para nacer: en 1939, cerca de 250 TPV estaban listos para su presentación en el Salón de París, pero la 2ª Guerra Mundial lo paró todo. La mayoría de estas unidades fueron destruidas o se esconden en un cobertizo perdido: a día de hoy solo cuatro TPV se encuentran en paradero conocido y una de ellos, completamente restaurado, se podrá ver en el Salón Rétromobile 2018.

El Citroën Mehari también cumple años

Citroen Mehari

Ha querido la historia que el Méhari y el 2CV celebren aniversario juntos. Aunque en el caso del transgresor vehículo de recreo son 50 años. Nada tenía que ver el Citroën Méhari a los cabrios de entonces, fundamentalmente porque había sido concebido para ser barato.

Basado en el Dyane 6 (la actualización del 2CV), contaba con una carrocería de plástico que le permitía ser todo un peso pluma: 525 kilos. Es por ello que el Méhari se limpiaba estupendamente por manguera y servía tanto como para ir a la playa como para trabajar en la granja. Además de fácilmente aseable, su carrocería era inmune a la corrosión.

Su clara funcionalidad, ya fuese para el ocio o el trabajo, se completaba con colores llamativos en los que se ofrecía. Ambos ingredientes le convirtieron en una fenómeno social para una generación que clamaba por más libertades y el disfrute de vivir. El Citroën Méhari estuvo casi veinte años en producción y alcanzó las 145.000 unidades.

Citroen Emehari Motorpasion 100

Poco tiene que ver esta filosofía con el actual Citroën e-Méhari, aunque se ha mantenido el diseño algo arriesgado, como lo hace el Cactus, su carácter de vehículo para el ocio y sus colores chillones. Otros tiempos.

Uno de los coches más bellos de la historia revive: Jaguar fabricará 25 unidades del D-Type

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La evolución tecnológica en la automoción es tan vertiginosa que por el camino nos hemos dejado buena parte del alma de los coches. Por suerte, y porque hay gente que tiene mucho dinero para gastar, Jaguar ha decidido devolver a la vida a uno de los coches más bellos jamás fabricados por el ser humano: el Jaguar D-Type con su carismática aleta tras la cabeza del piloto.

Sólo 25 unidades del D-Type para completar las 100 previstas en 1955

Nada menos que 62 más tarde de haberse fabricado el último Jaguar D-Type original que triunfaron en los circuitos de todo el mundo, sólo 25 unidades de este icónico deportivo británico nacerán de una forma absolutamente natural. Un número que hace un guiño al pasado, puesto que la producción prevista en 1955 fue de 100 unidades pero sólo llegaron a fabricar 75.

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Cada uno de estos coches saldrán del centro Jaguar Land Rover Classic Works creados de manera absolutamente artesanal, siguiendo al pie de la letra las especificaciones originales del modelo original. A elección del cliente quedará la elección entre los chasis con el morro largo o corto (Short Nose o Long Nose).

Bajo su estilizado capó delantero se esconde un motor XK de seis cilindros en línea con 3.8 litros de cilindrada idéntico al que le sirvió para conquistar las míticas 24 Horas de Le Mans hasta en tres ocasiones: 1955, 1956 y 1957.

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De esta manera Jaguar continúa con la fórmula del éxito creando coches que son mucho más que réplicas de modelos antiguos, son modelos antiguos fabricados hoy, una receta que ya han completado con éxito con los Jaguar E-Type y Jaguar XKSS que han vuelto a fabricar previamente y cuyo éxito ha sido arrollador.

[[gallery: jaguar-d-type-2018]]

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